miércoles, 26 de octubre de 2011

Estado Educacion y Sociedad

“Crisis, Educación y poder en México.”
Aguilar Pérez David
25 – Oct. – 2011 Control 13


Capitulo III
“Estado, Educación y Sociedad”.
Se dieron a conocer puntos para elevar la calidad de la enseñanza en las instituciones de educación media superior con el fin de impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que representan líneas generales de la política oficial con respecto a este sexenio; a partir de dos puntos importantes:
1. Respeto a la autonomía universitaria.
2. Reconocimiento a la obligación del Estado para promover una educación superior de calidad.
Una tendencia para aplicar criterios para el impulso de la investigación científica y tecnológica, es el alto costo y no tendrían el acceso un gran sector de la población.
El estado asume una responsabilidad significativa en la asignación de los recursos para elevar los niveles educativos y culturales de la población. Ajustar el proyecto económico con el educativo requiere de un cambio de orientación y definición de los fines de la educación.
Promover las tareas de investigación e innovación y enfatizar la cultura científica en todos los niveles del sistema, con el propósito de disminuir el rezago que nos separa de los países más avanzados, elevar la calidad educativa y vincular la educación tecnológica con los requerimientos del sistema productivo del país.
La modernización de la educación plantea como una exigencia nacional, la producción de la ciencia y la tecnología, pero tiene grandes limitantes, ya que, sin la comprensión de la necesidad histórica no hay participación de las mayorías ni de la identificación de sus reclamos con las políticas gubernamentales.
El sistema educativo refleja con nitidez la mala articulación del sistema social: estructuras autoritarias, antidemocráticas, escasa vinculación entre si y política y económicamente inoperantes.
Los lineamientos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo en el aspecto educativo se desarrollan en el Programa de la Modernización Educativa 1989 – 1994, que sostiene que la modernidad educativa es indispensable para lograr los objetivos nacionales.
“La educación en México ha de reconstruir las oportunidades de una mejor vida a los mexicanos que menos tienen…”

Dicho programa retoma y establece los mecanismos para la calidad educativa. la actualización de programas, modificación de métodos de enseñanza, la actualización docente y la vinculación de la educación con la producción mantienen en un lugar privilegiado la igualdad de oportunidades, justicia social y desarrollo equilibrado como objetivo de la educación.
La educación, la ciencia y la tecnología, permitirán el desarrollo económico del país y eliminaran las desigualdades sociales entre los países industrializados.
La calidad, es la capacidad del egresado para entregarse a las fuerzas del mercado en una competencia ilimitada para determinar quien se ajusta más a las características del medio ocupacional para aumentar la productividad.
Ser eficiente, se entiende por, no entrar en polémica con la producción, no cuestionar la explotación a la que se somete el trabajador, y responder a las reglas establecidas por el capital. La calidad medida por la productividad, conduce a criterios mercantilistas y cuantitativos que despojan el sentido humano.
La transformación de la educación es interpretada como el sometimiento de las instituciones a las exigencias que le plantean las modificaciones que sufre la estructura económica del país.

Capitulo IV
“Universidad, Contexto Social y Proyecto Académico”.

La universidad ha visto las convulsiones y desafíos que le impone una época de crisis en los diversos órdenes de la vida nacional: el económico, el político y el social.
Las necesidades a las que responde una política académica están definidas por el parámetro contextual, y este considerado como uno de los referentes en la concepción de la elaboración de un proyecto académico y de la forma en que se manifiestan las tendencias, comportamientos, rasgos y características de la realidad y del momento socioeconómico.
El desarrollo del conocimiento científico se traduce en las necesidades que el diseño de un proyecto académico pretende satisfacer.
El grado de involucramiento de la comunidad depende de la forma de organización que presente la institución, de la incidencia que se tenga en la toma de decisiones académico – políticas, que estén presentes los intereses y expectativas de la comunidad y que participen en la definición y realización de proyectos.
Los objetivos de la universidad son transmitir y difundir la herencia cultural que explique los procesos sociales y naturales, ya que es propagadora de ideología que sustentan clases hegemónicas, por dar cabida al enfrentamiento de diversas formas de pensamiento y de conciencia que permiten realizar un análisis critico de la sociedad y de la cultura.
El fin de la universidad es la formación integral del individuo como un ser consiente y responsable, que se plantee interrogantes en el campo de conocimiento científico en el cotidiano, y que permita desarrollar una actividad cultural, sensibilizándolo para la comprensión de fenómenos sociales, políticos y económicos.
Para responder a la elevada matricula y desarrollar las actividades de investigación y extensión de la cultura, ha tenido que hacer modificaciones hacia la docencia y la eficacia académica y las relaciones maestro – alumno, por que se ha convertido en algo impersonal que limita el control sobre el aprendizaje de los alumnos.
La reducción de fuentes de empleo y la matricula elevada convierten a la docencia como una actividad que puede suplir la posibilidad de incorporarse a otra fuente de trabajo. Se convierte en una carga pesada, carente de incentivos en las que se producen y reproducen vicios que van en deterioro de una formación critica.
La educación se considera como el medio de formación de técnicos con escasa capacidad crítica o reflexiva, útiles o aprovechables para los fines de la producción.
Las limitaciones que enfrenta la vinculación entre la docencia y la investigación son; el reducido numero de profesores, la inestabilidad en el empleo y la carencia de programas específicos. En muchos aspectos la universidad sigue funcionando con los parámetros de la universidad tradicional, por que las tareas docentes y de investigación están fragmentadas.

Bibliografía:
Ruiz del Castillo, Amparo. “Crisis, Educación y poder en México.” Capítulos III y IV. México, Plaza y Valdés, 1998. 3ra. Reimpresión., pp. 75 – 105.

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