Ley general de Educación 1993
Esta Ley regula la educación que imparte el Estado -Federación, entidades federativas y municipios-, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios.
Todo individuo tiene derecho a recibir educación y, por lo tanto, todos los habitantes del país tienen las mismas oportunidades de acceso al sistema educativo nacional, con sólo satisfacer los requisitos que establezcan las disposiciones generales aplicables.
La educación es medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura; es proceso permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la sociedad, y es factor determinante para la adquisición de conocimientos y para formar a mujeres y a hombres, de manera que tengan sentido de solidaridad social.
El Estado está obligado a prestar servicios educativos para que toda la población pueda cursar la educación preescolar, la primaria y la secundaria. Todos los habitantes del país deben cursar la educación preescolar, la primaria y la secundaria.
La educación que el Estado imparta será laica y, por lo tanto, se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa. La educación que el Estado imparta será gratuita. Las donaciones destinadas a dicha educación en ningún caso se entenderán como contraprestaciones del servicio educativo.
La educación que impartan el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios, además de los fines establecidos en el artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El criterio que orientará a la educación que el Estado y sus organismos descentralizados impartan -así como toda la educación preescolar, la primaria, la secundaria, la normal y demás para la formación de maestros de educación básica que los particulares impartan- se basará en los resultados del progreso científico; luchará contra la ignorancia y sus causas y efectos, las servidumbres, los fanatismos, los prejuicios, la formación de estereotipos, la discriminación y la violencia especialmente la que se ejerce contra las mujeres, niñas y niños, debiendo implementar políticas públicas de Estado orientadas a la transversalidad de criterios en los tres órdenes de gobierno.
Además de impartir la educación preescolar, la primaria y la secundaria, el Estado promoverá y atenderá -directamente, mediante sus organismos descentralizados, a través de apoyos financieros, o bien, por cualquier otro medio- todos los tipos y modalidades educativos, incluida la educación superior, necesarios para el desarrollo de la Nación, apoyará la investigación científica y tecnológica, y alentará el fortalecimiento y la difusión de la cultura nacional y universal.
La educación que impartan el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios, es un servicio público.
La aplicación y la vigilancia del cumplimiento de esta Ley corresponden a las autoridades educativas de la Federación, de las entidades federativas y de los municipios, en los términos que la propia Ley establece.
El Ejecutivo Federal y el gobierno de cada entidad federativa podrán celebrar convenios para coordinar o unificar las actividades educativas a que se refiere esta Ley, con excepción de aquéllas que, con carácter exclusivo, les confieren los artículos 12 y 13.
El gobierno de cada entidad federativa promoverá la participación directa del ayuntamiento para dar mantenimiento y proveer de equipo básico a las escuelas públicas estatales y municipales. El gobierno de cada entidad federativa y los ayuntamientos podrán celebrar convenios para coordinar o unificar sus actividades educativas y cumplir de mejor manera las responsabilidades a su cargo.
El educador es promotor, coordinador, facilitador y agente directo del proceso educativo.
Las autoridades educativas proporcionarán los medios que le permitan realizar eficazmente su labor y que contribuyan a su constante perfeccionamiento.
Para ejercer la docencia en instituciones establecidas por el Estado, por sus organismos descentralizados y por los particulares con autorización o con reconocimiento de validez oficial de estudios, los maestros deberán satisfacer los requisitos que, en su caso, señalen las autoridades competentes. En el caso de los maestros de educación indígena que no tengan licenciatura como nivel mínimo de formación, deberán participar en los programas de capacitación que diseñe la autoridad educativa y certificar su bilingüismo en la lengua indígena que corresponda y el español.
El Estado otorgará un salario profesional digno, que permita al profesorado de los planteles del propio Estado alcanzar un nivel de vida decoroso para ellos y su familia; puedan arraigarse en las comunidades en las que trabajan y disfrutar de vivienda digna; así como disponer del tiempo necesario para la preparación de las clases que impartan y para realizar actividades destinadas a su desarrollo personal y profesional.
Las autoridades educativas, en sus respectivas competencias, revisarán permanentemente las disposiciones, los trámites y procedimientos, con objeto de simplificarlos, de reducir las cargas administrativas de los maestros, de alcanzar más horas efectivas de clase y, en general, de lograr la prestación del servicio educativo con mayor pertinencia, calidad y eficiencia.
En las actividades de supervisión las autoridades educativas darán prioridad, respecto de los aspectos administrativos, a los apoyos técnicos, didácticos y demás para el adecuado desempeño de la función docente. Asimismo, se fortalecerá la capacidad de gestión de las autoridades escolares y la participación de los padres de familia.
El Ejecutivo Federal y el gobierno de cada entidad federativa, con sujeción a las disposiciones de ingresos y gasto público correspondientes que resulten aplicables, concurrirán al financiamiento de la educación pública y de los servicios educativos. El monto anual que el Estado - Federación, entidades federativas y municipios-, destine al gasto en educación pública y en los servicios educativos, no podrá ser menor a ocho por ciento del producto interno bruto del país, destinado de este monto, al menos el 1% del producto interno bruto a la investigación científica y al desarrollo tecnológico en las Instituciones de Educación Superior Públicas. En la asignación del presupuesto a cada uno de los niveles de educación, se deberá dar la continuidad y la concatenación entre los mismos, con el fin de que la población alcance el máximo nivel de estudios posible.
En el cumplimiento de lo dispuesto en los artículos anteriores de esta sección, el
Ejecutivo Federal y el gobierno de cada entidad federativa tomarán en cuenta el carácter prioritario de la educación pública para los fines del desarrollo nacional.
En todo tiempo procurarán fortalecer las fuentes de financiamiento a la tarea educativa y destinar recursos presupuestarios crecientes, en términos reales, para la educación pública.
Son de interés social las inversiones que en materia educativa realicen el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares.
jueves, 27 de octubre de 2011
miércoles, 26 de octubre de 2011
Estado Educacion y Sociedad
“Crisis, Educación y poder en México.”
Aguilar Pérez David
25 – Oct. – 2011 Control 13
Capitulo III
“Estado, Educación y Sociedad”.
Se dieron a conocer puntos para elevar la calidad de la enseñanza en las instituciones de educación media superior con el fin de impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que representan líneas generales de la política oficial con respecto a este sexenio; a partir de dos puntos importantes:
1. Respeto a la autonomía universitaria.
2. Reconocimiento a la obligación del Estado para promover una educación superior de calidad.
Una tendencia para aplicar criterios para el impulso de la investigación científica y tecnológica, es el alto costo y no tendrían el acceso un gran sector de la población.
El estado asume una responsabilidad significativa en la asignación de los recursos para elevar los niveles educativos y culturales de la población. Ajustar el proyecto económico con el educativo requiere de un cambio de orientación y definición de los fines de la educación.
Promover las tareas de investigación e innovación y enfatizar la cultura científica en todos los niveles del sistema, con el propósito de disminuir el rezago que nos separa de los países más avanzados, elevar la calidad educativa y vincular la educación tecnológica con los requerimientos del sistema productivo del país.
La modernización de la educación plantea como una exigencia nacional, la producción de la ciencia y la tecnología, pero tiene grandes limitantes, ya que, sin la comprensión de la necesidad histórica no hay participación de las mayorías ni de la identificación de sus reclamos con las políticas gubernamentales.
El sistema educativo refleja con nitidez la mala articulación del sistema social: estructuras autoritarias, antidemocráticas, escasa vinculación entre si y política y económicamente inoperantes.
Los lineamientos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo en el aspecto educativo se desarrollan en el Programa de la Modernización Educativa 1989 – 1994, que sostiene que la modernidad educativa es indispensable para lograr los objetivos nacionales.
“La educación en México ha de reconstruir las oportunidades de una mejor vida a los mexicanos que menos tienen…”
Dicho programa retoma y establece los mecanismos para la calidad educativa. la actualización de programas, modificación de métodos de enseñanza, la actualización docente y la vinculación de la educación con la producción mantienen en un lugar privilegiado la igualdad de oportunidades, justicia social y desarrollo equilibrado como objetivo de la educación.
La educación, la ciencia y la tecnología, permitirán el desarrollo económico del país y eliminaran las desigualdades sociales entre los países industrializados.
La calidad, es la capacidad del egresado para entregarse a las fuerzas del mercado en una competencia ilimitada para determinar quien se ajusta más a las características del medio ocupacional para aumentar la productividad.
Ser eficiente, se entiende por, no entrar en polémica con la producción, no cuestionar la explotación a la que se somete el trabajador, y responder a las reglas establecidas por el capital. La calidad medida por la productividad, conduce a criterios mercantilistas y cuantitativos que despojan el sentido humano.
La transformación de la educación es interpretada como el sometimiento de las instituciones a las exigencias que le plantean las modificaciones que sufre la estructura económica del país.
Capitulo IV
“Universidad, Contexto Social y Proyecto Académico”.
La universidad ha visto las convulsiones y desafíos que le impone una época de crisis en los diversos órdenes de la vida nacional: el económico, el político y el social.
Las necesidades a las que responde una política académica están definidas por el parámetro contextual, y este considerado como uno de los referentes en la concepción de la elaboración de un proyecto académico y de la forma en que se manifiestan las tendencias, comportamientos, rasgos y características de la realidad y del momento socioeconómico.
El desarrollo del conocimiento científico se traduce en las necesidades que el diseño de un proyecto académico pretende satisfacer.
El grado de involucramiento de la comunidad depende de la forma de organización que presente la institución, de la incidencia que se tenga en la toma de decisiones académico – políticas, que estén presentes los intereses y expectativas de la comunidad y que participen en la definición y realización de proyectos.
Los objetivos de la universidad son transmitir y difundir la herencia cultural que explique los procesos sociales y naturales, ya que es propagadora de ideología que sustentan clases hegemónicas, por dar cabida al enfrentamiento de diversas formas de pensamiento y de conciencia que permiten realizar un análisis critico de la sociedad y de la cultura.
El fin de la universidad es la formación integral del individuo como un ser consiente y responsable, que se plantee interrogantes en el campo de conocimiento científico en el cotidiano, y que permita desarrollar una actividad cultural, sensibilizándolo para la comprensión de fenómenos sociales, políticos y económicos.
Para responder a la elevada matricula y desarrollar las actividades de investigación y extensión de la cultura, ha tenido que hacer modificaciones hacia la docencia y la eficacia académica y las relaciones maestro – alumno, por que se ha convertido en algo impersonal que limita el control sobre el aprendizaje de los alumnos.
La reducción de fuentes de empleo y la matricula elevada convierten a la docencia como una actividad que puede suplir la posibilidad de incorporarse a otra fuente de trabajo. Se convierte en una carga pesada, carente de incentivos en las que se producen y reproducen vicios que van en deterioro de una formación critica.
La educación se considera como el medio de formación de técnicos con escasa capacidad crítica o reflexiva, útiles o aprovechables para los fines de la producción.
Las limitaciones que enfrenta la vinculación entre la docencia y la investigación son; el reducido numero de profesores, la inestabilidad en el empleo y la carencia de programas específicos. En muchos aspectos la universidad sigue funcionando con los parámetros de la universidad tradicional, por que las tareas docentes y de investigación están fragmentadas.
Bibliografía:
Ruiz del Castillo, Amparo. “Crisis, Educación y poder en México.” Capítulos III y IV. México, Plaza y Valdés, 1998. 3ra. Reimpresión., pp. 75 – 105.
Aguilar Pérez David
25 – Oct. – 2011 Control 13
Capitulo III
“Estado, Educación y Sociedad”.
Se dieron a conocer puntos para elevar la calidad de la enseñanza en las instituciones de educación media superior con el fin de impulsar el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que representan líneas generales de la política oficial con respecto a este sexenio; a partir de dos puntos importantes:
1. Respeto a la autonomía universitaria.
2. Reconocimiento a la obligación del Estado para promover una educación superior de calidad.
Una tendencia para aplicar criterios para el impulso de la investigación científica y tecnológica, es el alto costo y no tendrían el acceso un gran sector de la población.
El estado asume una responsabilidad significativa en la asignación de los recursos para elevar los niveles educativos y culturales de la población. Ajustar el proyecto económico con el educativo requiere de un cambio de orientación y definición de los fines de la educación.
Promover las tareas de investigación e innovación y enfatizar la cultura científica en todos los niveles del sistema, con el propósito de disminuir el rezago que nos separa de los países más avanzados, elevar la calidad educativa y vincular la educación tecnológica con los requerimientos del sistema productivo del país.
La modernización de la educación plantea como una exigencia nacional, la producción de la ciencia y la tecnología, pero tiene grandes limitantes, ya que, sin la comprensión de la necesidad histórica no hay participación de las mayorías ni de la identificación de sus reclamos con las políticas gubernamentales.
El sistema educativo refleja con nitidez la mala articulación del sistema social: estructuras autoritarias, antidemocráticas, escasa vinculación entre si y política y económicamente inoperantes.
Los lineamientos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo en el aspecto educativo se desarrollan en el Programa de la Modernización Educativa 1989 – 1994, que sostiene que la modernidad educativa es indispensable para lograr los objetivos nacionales.
“La educación en México ha de reconstruir las oportunidades de una mejor vida a los mexicanos que menos tienen…”
Dicho programa retoma y establece los mecanismos para la calidad educativa. la actualización de programas, modificación de métodos de enseñanza, la actualización docente y la vinculación de la educación con la producción mantienen en un lugar privilegiado la igualdad de oportunidades, justicia social y desarrollo equilibrado como objetivo de la educación.
La educación, la ciencia y la tecnología, permitirán el desarrollo económico del país y eliminaran las desigualdades sociales entre los países industrializados.
La calidad, es la capacidad del egresado para entregarse a las fuerzas del mercado en una competencia ilimitada para determinar quien se ajusta más a las características del medio ocupacional para aumentar la productividad.
Ser eficiente, se entiende por, no entrar en polémica con la producción, no cuestionar la explotación a la que se somete el trabajador, y responder a las reglas establecidas por el capital. La calidad medida por la productividad, conduce a criterios mercantilistas y cuantitativos que despojan el sentido humano.
La transformación de la educación es interpretada como el sometimiento de las instituciones a las exigencias que le plantean las modificaciones que sufre la estructura económica del país.
Capitulo IV
“Universidad, Contexto Social y Proyecto Académico”.
La universidad ha visto las convulsiones y desafíos que le impone una época de crisis en los diversos órdenes de la vida nacional: el económico, el político y el social.
Las necesidades a las que responde una política académica están definidas por el parámetro contextual, y este considerado como uno de los referentes en la concepción de la elaboración de un proyecto académico y de la forma en que se manifiestan las tendencias, comportamientos, rasgos y características de la realidad y del momento socioeconómico.
El desarrollo del conocimiento científico se traduce en las necesidades que el diseño de un proyecto académico pretende satisfacer.
El grado de involucramiento de la comunidad depende de la forma de organización que presente la institución, de la incidencia que se tenga en la toma de decisiones académico – políticas, que estén presentes los intereses y expectativas de la comunidad y que participen en la definición y realización de proyectos.
Los objetivos de la universidad son transmitir y difundir la herencia cultural que explique los procesos sociales y naturales, ya que es propagadora de ideología que sustentan clases hegemónicas, por dar cabida al enfrentamiento de diversas formas de pensamiento y de conciencia que permiten realizar un análisis critico de la sociedad y de la cultura.
El fin de la universidad es la formación integral del individuo como un ser consiente y responsable, que se plantee interrogantes en el campo de conocimiento científico en el cotidiano, y que permita desarrollar una actividad cultural, sensibilizándolo para la comprensión de fenómenos sociales, políticos y económicos.
Para responder a la elevada matricula y desarrollar las actividades de investigación y extensión de la cultura, ha tenido que hacer modificaciones hacia la docencia y la eficacia académica y las relaciones maestro – alumno, por que se ha convertido en algo impersonal que limita el control sobre el aprendizaje de los alumnos.
La reducción de fuentes de empleo y la matricula elevada convierten a la docencia como una actividad que puede suplir la posibilidad de incorporarse a otra fuente de trabajo. Se convierte en una carga pesada, carente de incentivos en las que se producen y reproducen vicios que van en deterioro de una formación critica.
La educación se considera como el medio de formación de técnicos con escasa capacidad crítica o reflexiva, útiles o aprovechables para los fines de la producción.
Las limitaciones que enfrenta la vinculación entre la docencia y la investigación son; el reducido numero de profesores, la inestabilidad en el empleo y la carencia de programas específicos. En muchos aspectos la universidad sigue funcionando con los parámetros de la universidad tradicional, por que las tareas docentes y de investigación están fragmentadas.
Bibliografía:
Ruiz del Castillo, Amparo. “Crisis, Educación y poder en México.” Capítulos III y IV. México, Plaza y Valdés, 1998. 3ra. Reimpresión., pp. 75 – 105.
Ensayo
“La Política Educativa de México.”
En este trabajo se pretende analizar a cada uno de los sexenios vistos en clase durante este semestre, a partir de un breve repaso de las políticas educativas que guiaron el desarrollo del sistema educativo mexicano durante el siglo XX, se encuentra un grado de continuidad, y un esfuerzo por superar las limitaciones detectadas en las políticas de los sexenios previos, y que fueron del régimen en que el gobierno del país estuvo controlado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En sentido opuesto, elementos importantes hacían esperar una continuidad de las políticas públicas en relación con las adoptadas por los gobiernos federales:
• Los aspectos positivos del régimen, que enfrentó con éxito retos importantes, incluyendo el de ofrecer educación a una población que, entre los años 50 y 70 del siglo xx, experimentó el crecimiento demográfico más fuerte de cualquier país en la historia mundial previa.
• Un entorno económico y político caracterizado por la convergencia de tendencias dirigidas al fortalecimiento de los mercados globales, la división internacional del trabajo y una competitividad económica basada en la ciencia y la tecnología.
El sistema educativo moderno se constituyó a partir de la segunda mitad del siglo XIX, después de que la Constitución de 1857 adoptara la idea de una educación pública, laica, obligatoria y gratuita. Desde entonces de manera proporcionada con el régimen federal, el manejo de la educación fue responsabilidad de cada estado, y al gobierno federal sólo le correspondió manejar las escuelas del distrito y de los territorios federales.
Tras la aprobación de la Constitución de 1917, el gobierno federal incrementó su peso respecto a los estatales en todos los ámbitos. En lo relativo a educación esto se reflejó en la creación de un ministerio federal, la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 1921. A partir de ese momento el peso del gobierno federal en el manejo de todo el sistema educativo nacional se hizo cada vez mayor.
De esa fecha a la década de 1990 pueden distinguirse grandes tendencias en las políticas educativas, A partir de entonces comenzó a desarrollarse lo que llegaría a ser la modernización educativa a fines del siglo.
Gustavo Díaz Ordaz (1911 – 1979)
Periodo de gobierno: 1964 - 1970
La educación secundaria creció un 150% y recibió especial atención, todas las escuelas de este nivel pasaron a regirse por un mismo plan y programas de estudio; por cada secundaria general se creó una técnica; y se impulsaron las escuelas secundarias técnicas agropecuaria.
Luis Echeverría Álvarez (1922 -)
Periodo de gobierno: 1970 - 1976
Durante su mandato se hicieron 48 reformas a la Constitución, formó la Comisión Nacional Tripartita y creó el INFONAVIT. Nació la Secretaría de Turismo, la Secretaría de la Reforma Agraria y la Comisión de Estudios del territorio nacional.
La Ley Federal de Educación de 1973 estableció que la educación es un servicio de carácter público que ejerce el Estado y la iniciativa privada bajo las condiciones que éste señale; organizó al sistema educativo nacional; estableció la función social educativa, las bases del proceso educativo y los derechos y obligaciones sobre la materia. Dicha ley reiteró la gratuidad de la educación impartida por el Estado y el derecho que todos los habitantes del país tienen de recibir educación con las mismas oportunidades.
La llegada de crecientes multitudes de alumnos al final de la primaria y la secundaria, como resultado de los esfuerzos anteriores, hizo que en el sexenio, la presión de la demanda se transfiriera a los niveles siguientes, dando inicio a una época de crecimiento sin precedentes de la educación media superior y superior, que se afrontó con una política de apoyo a la creación de nuevas instituciones en esos niveles: el CCH, el Bachilleres, las ENEP’S de la UNAM, la UAM, el crecimiento de universidades públicas y de institutos tecnológicos en los estados, y el desarrollo de la educación superior privada.
José López Portillo (1921- )
Periodo de gobierno 1976-1982
El intempestivo cambio del secretario de Educación Pública, sustituido por Fernando Solana, hizo que el Plan nunca fuera terminado y que en su lugar se adoptara un conjunto de políticas menos ambicioso pero de enfoque muy práctico, con los llamados Programas y Metas del Sector Educativo 1979-1982, que comprendían 5 grandes objetivos y 52 programas, de los cuales 11 se definían como prioritarios, todos con metas precisas calendarizadas hasta 1982.
Un rasgo importante de la política educativa, fue el impulso a la descentralización educativa que se dio en marzo de 1978, con la creación de las delegaciones de la SEP en los estados de la República; esta política reforzaba intentos descentralizadores previos poco exitosos, cuya urgencia ponía de manifiesto la creciente evidencia de lo inapropiado del centralismo en un país de las dimensiones de México.
En la educación primaria, el reto fue atender a la población marginada de la escuela, cerca de 1.8 millones de niños en 1977. El programa logró aumentar la matrícula en 3.2 millones de alumnos, un crecimiento de 26.6% en 1982 en relación con 1976; completar 16 mil escuelas incompletas; ofrecer primaria en 25,400 localidades que no contaban con el servicio; elevar la eficiencia terminal de 46 a 53% y atender a casi 200 mil niños mediante cursos comunitarios, un crecimiento de 166% con respecto a 1976.
En 1980 el Artículo 3ro Constitucional incluyó el concepto de autonomía universitaria. En esa adición constitucional la autonomía fue concebida como el ejercicio de ciertas facultades que el Estado otorga a entidades públicas no centralizadas. La autonomía se otorga, así, mediante un acto jurídico emanado del Poder Legislativo, federal o estatal, e implica el derecho y la obligación de las instituciones a autogobernarse, expedir sus normas y reglamentos, realizar sus fines con respeto a la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas, determinar sus planes y programas de estudio, fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia del personal académico y administrar su patrimonio
Miguel de la Madrid Huerta (1934 - )
Periodo de gobierno: 1982 - 1988
A partir de los sismos de 1985, se puso en marcha el Programa emergente de vivienda para ayudar a los damnificados, creó una Coordinación de empleo dependiente de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, con la finalidad de reabrir empresas dañadas y ordenó la reconstrucción de los planteles escolares. Dio comienzo al programa de descentralización de la Administración pública federal y se firmó el Pacto de Solidaridad económica, con el fin de mantener los precios de los productos, salarios e impuestos estables
Los logros de la política educativa del sexenio distaron mucho del eslogan de revolución con que se le designó; la crisis económica se reflejó en la reducción de los recursos para la educación, en especial los relativos al salario de los maestros, que sufrieron un grave deterioro. Otro aspecto central de la política, el relativo a la descentralización, no mostró avance alguno.
Al finalizar el sexenio de Miguel de la Madrid, la matrícula de educación superior alcanzó poco más de un millón de estudiantes, un crecimiento de 23% en relación con 1982. El crecimiento del primer ingreso avanzó a un ritmo lento, registrando incluso un decrecimiento absoluto en 1986.
En 1984 se le otorgó el carácter académico de licenciatura a los estudios de normal y se requirió a los aspirantes a ingresar en esta modalidad educativa tener estudios concluidos de bachillerato.
Crecimiento Porcentual de la Matricula Escolar por Sexenios
sexenio Prees Prim Secu Med.Sup Sup. Total
1964 - 1970 3,100 3,400 14,986 8,607 31,523 4,215
1970 - 1976 5,193 3,148 9,491 18,797 15,610 4,508
1976 - 1982 17,814 2,658 6,985 7,307 5,414 4,140
1982 - 1988 5,781 -3,72 2,154 3,485 2,295 8,35
En este trabajo se pretende analizar a cada uno de los sexenios vistos en clase durante este semestre, a partir de un breve repaso de las políticas educativas que guiaron el desarrollo del sistema educativo mexicano durante el siglo XX, se encuentra un grado de continuidad, y un esfuerzo por superar las limitaciones detectadas en las políticas de los sexenios previos, y que fueron del régimen en que el gobierno del país estuvo controlado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En sentido opuesto, elementos importantes hacían esperar una continuidad de las políticas públicas en relación con las adoptadas por los gobiernos federales:
• Los aspectos positivos del régimen, que enfrentó con éxito retos importantes, incluyendo el de ofrecer educación a una población que, entre los años 50 y 70 del siglo xx, experimentó el crecimiento demográfico más fuerte de cualquier país en la historia mundial previa.
• Un entorno económico y político caracterizado por la convergencia de tendencias dirigidas al fortalecimiento de los mercados globales, la división internacional del trabajo y una competitividad económica basada en la ciencia y la tecnología.
El sistema educativo moderno se constituyó a partir de la segunda mitad del siglo XIX, después de que la Constitución de 1857 adoptara la idea de una educación pública, laica, obligatoria y gratuita. Desde entonces de manera proporcionada con el régimen federal, el manejo de la educación fue responsabilidad de cada estado, y al gobierno federal sólo le correspondió manejar las escuelas del distrito y de los territorios federales.
Tras la aprobación de la Constitución de 1917, el gobierno federal incrementó su peso respecto a los estatales en todos los ámbitos. En lo relativo a educación esto se reflejó en la creación de un ministerio federal, la Secretaría de Educación Pública (SEP) en 1921. A partir de ese momento el peso del gobierno federal en el manejo de todo el sistema educativo nacional se hizo cada vez mayor.
De esa fecha a la década de 1990 pueden distinguirse grandes tendencias en las políticas educativas, A partir de entonces comenzó a desarrollarse lo que llegaría a ser la modernización educativa a fines del siglo.
Gustavo Díaz Ordaz (1911 – 1979)
Periodo de gobierno: 1964 - 1970
La educación secundaria creció un 150% y recibió especial atención, todas las escuelas de este nivel pasaron a regirse por un mismo plan y programas de estudio; por cada secundaria general se creó una técnica; y se impulsaron las escuelas secundarias técnicas agropecuaria.
Luis Echeverría Álvarez (1922 -)
Periodo de gobierno: 1970 - 1976
Durante su mandato se hicieron 48 reformas a la Constitución, formó la Comisión Nacional Tripartita y creó el INFONAVIT. Nació la Secretaría de Turismo, la Secretaría de la Reforma Agraria y la Comisión de Estudios del territorio nacional.
La Ley Federal de Educación de 1973 estableció que la educación es un servicio de carácter público que ejerce el Estado y la iniciativa privada bajo las condiciones que éste señale; organizó al sistema educativo nacional; estableció la función social educativa, las bases del proceso educativo y los derechos y obligaciones sobre la materia. Dicha ley reiteró la gratuidad de la educación impartida por el Estado y el derecho que todos los habitantes del país tienen de recibir educación con las mismas oportunidades.
La llegada de crecientes multitudes de alumnos al final de la primaria y la secundaria, como resultado de los esfuerzos anteriores, hizo que en el sexenio, la presión de la demanda se transfiriera a los niveles siguientes, dando inicio a una época de crecimiento sin precedentes de la educación media superior y superior, que se afrontó con una política de apoyo a la creación de nuevas instituciones en esos niveles: el CCH, el Bachilleres, las ENEP’S de la UNAM, la UAM, el crecimiento de universidades públicas y de institutos tecnológicos en los estados, y el desarrollo de la educación superior privada.
José López Portillo (1921- )
Periodo de gobierno 1976-1982
El intempestivo cambio del secretario de Educación Pública, sustituido por Fernando Solana, hizo que el Plan nunca fuera terminado y que en su lugar se adoptara un conjunto de políticas menos ambicioso pero de enfoque muy práctico, con los llamados Programas y Metas del Sector Educativo 1979-1982, que comprendían 5 grandes objetivos y 52 programas, de los cuales 11 se definían como prioritarios, todos con metas precisas calendarizadas hasta 1982.
Un rasgo importante de la política educativa, fue el impulso a la descentralización educativa que se dio en marzo de 1978, con la creación de las delegaciones de la SEP en los estados de la República; esta política reforzaba intentos descentralizadores previos poco exitosos, cuya urgencia ponía de manifiesto la creciente evidencia de lo inapropiado del centralismo en un país de las dimensiones de México.
En la educación primaria, el reto fue atender a la población marginada de la escuela, cerca de 1.8 millones de niños en 1977. El programa logró aumentar la matrícula en 3.2 millones de alumnos, un crecimiento de 26.6% en 1982 en relación con 1976; completar 16 mil escuelas incompletas; ofrecer primaria en 25,400 localidades que no contaban con el servicio; elevar la eficiencia terminal de 46 a 53% y atender a casi 200 mil niños mediante cursos comunitarios, un crecimiento de 166% con respecto a 1976.
En 1980 el Artículo 3ro Constitucional incluyó el concepto de autonomía universitaria. En esa adición constitucional la autonomía fue concebida como el ejercicio de ciertas facultades que el Estado otorga a entidades públicas no centralizadas. La autonomía se otorga, así, mediante un acto jurídico emanado del Poder Legislativo, federal o estatal, e implica el derecho y la obligación de las instituciones a autogobernarse, expedir sus normas y reglamentos, realizar sus fines con respeto a la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de las ideas, determinar sus planes y programas de estudio, fijar los términos de ingreso, promoción y permanencia del personal académico y administrar su patrimonio
Miguel de la Madrid Huerta (1934 - )
Periodo de gobierno: 1982 - 1988
A partir de los sismos de 1985, se puso en marcha el Programa emergente de vivienda para ayudar a los damnificados, creó una Coordinación de empleo dependiente de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, con la finalidad de reabrir empresas dañadas y ordenó la reconstrucción de los planteles escolares. Dio comienzo al programa de descentralización de la Administración pública federal y se firmó el Pacto de Solidaridad económica, con el fin de mantener los precios de los productos, salarios e impuestos estables
Los logros de la política educativa del sexenio distaron mucho del eslogan de revolución con que se le designó; la crisis económica se reflejó en la reducción de los recursos para la educación, en especial los relativos al salario de los maestros, que sufrieron un grave deterioro. Otro aspecto central de la política, el relativo a la descentralización, no mostró avance alguno.
Al finalizar el sexenio de Miguel de la Madrid, la matrícula de educación superior alcanzó poco más de un millón de estudiantes, un crecimiento de 23% en relación con 1982. El crecimiento del primer ingreso avanzó a un ritmo lento, registrando incluso un decrecimiento absoluto en 1986.
En 1984 se le otorgó el carácter académico de licenciatura a los estudios de normal y se requirió a los aspirantes a ingresar en esta modalidad educativa tener estudios concluidos de bachillerato.
Crecimiento Porcentual de la Matricula Escolar por Sexenios
sexenio Prees Prim Secu Med.Sup Sup. Total
1964 - 1970 3,100 3,400 14,986 8,607 31,523 4,215
1970 - 1976 5,193 3,148 9,491 18,797 15,610 4,508
1976 - 1982 17,814 2,658 6,985 7,307 5,414 4,140
1982 - 1988 5,781 -3,72 2,154 3,485 2,295 8,35
jueves, 13 de octubre de 2011
“Tendencias Educativas Oficiales en México. Capitulo XXVI y XXVII ”
“Tendencias Educativas Oficiales en México.”
Aguilar Pérez David
13 – Oct. – 2011 Control 12
Capitulo XXVI
“La Evaluación del Sexenio”.
El plan nacional de desarrollo estableció tres propósitos fundamentales para el sector educativo:
1. Promover el desarrollo integral del individuo.
2. Ampliar el acceso de todos los mexicanos al sector educativo, cultural, recreativo y deportivo.
3. Mejorar la prestación de los servicios en estas áreas.
De acuerdo con estos propósitos la revolución educativa fijo los siguientes objetivos:
1. Elevar la calidad de la educación en todos los niveles, a partir de la formación integral de los docentes.
2. Racionalizar el uso de los recursos disponibles y ampliar el acceso de los mexicanos a la educación.
3. Vincular la educación y la investigación científica y tecnológica con las necesidades del país.
4. Reorganizar y descentralizar la educación básica y normal.
5. Mejorar y ampliar los servicios en las áreas de la educación física, deporte y recreación.
6. Hacer de la educación un proceso permanente y socialmente participativo.
El sexenio 1982 – 1988 fue de franco proceso educativo, ya que no se alcanzaron los objetivos propuestos, la licenciatura en educación con el bachillerato pedagógico no mejoro sensiblemente la calidad de la educación.
La crisis económica obligo a muchos niños a abandonar la escuela para ayudar a sus familias a sobrevivir.
Capitulo XXVII
“Consideraciones Finales”.
Los 2 sexenios anteriores (1976 – 1982 y 1982 – 1988) se caracterizan por haber tenido respectivos planes educativos. Los planes tienen objetivos y metas importantes para el futuro de la educación en México.
Se procuro vincular terminalmente la educación con los bienes y servicios, debido a que los niños y jóvenes tuvieran que abandonar sus estudios sin que estos los hubiesen preparado en alguna forma para ganarse la vida, y tubo su consecuencia lógica en las carreras técnicas.
Se ataco el problema de la gran multitud de analfabetos y se propuso la educación primaria para todos los niños mexicanos, multiplicando así los programas de educación abierta en todo el país. Se promovió la cultura del pueblo con la publicación de escritos y con la creación de una red de bibliotecas.
“La educación debe ser del ser, no del tener”
López Portillo
Se trato de subsanar la ineficiencia del sistema educativo con la descentralización de la SEP, y que los estados manejaran su propia educación pero la SEP conservaría la normatividad y la distribución del financiamiento.
En el sexenio de De la Madrid no se presento ninguna tendencia en especial; en cambio López Portillo propuso una tendencia humanista en la educación y se afirmo abiertamente esa orientación.
“En la sociedad del conocimiento que esté emergiendo, la educación es elemento estratégico que definirá el destino de las naciones.”
Peter F. Ducker
Bibliografía:
Meneses Morales, Ernesto. Cap. XXVI “La Evaluación del Sexenio”. Págs. 473 – 480, y cap. XXVII “Consideraciones finales” Págs. 481 – 485. En “Tendencias educativas oficiales en México, 1984 – 1988”. Centro de Estudios Educativos, Universidad Iberoamericana, México, DF, 1988.
Aguilar Pérez David
13 – Oct. – 2011 Control 12
Capitulo XXVI
“La Evaluación del Sexenio”.
El plan nacional de desarrollo estableció tres propósitos fundamentales para el sector educativo:
1. Promover el desarrollo integral del individuo.
2. Ampliar el acceso de todos los mexicanos al sector educativo, cultural, recreativo y deportivo.
3. Mejorar la prestación de los servicios en estas áreas.
De acuerdo con estos propósitos la revolución educativa fijo los siguientes objetivos:
1. Elevar la calidad de la educación en todos los niveles, a partir de la formación integral de los docentes.
2. Racionalizar el uso de los recursos disponibles y ampliar el acceso de los mexicanos a la educación.
3. Vincular la educación y la investigación científica y tecnológica con las necesidades del país.
4. Reorganizar y descentralizar la educación básica y normal.
5. Mejorar y ampliar los servicios en las áreas de la educación física, deporte y recreación.
6. Hacer de la educación un proceso permanente y socialmente participativo.
El sexenio 1982 – 1988 fue de franco proceso educativo, ya que no se alcanzaron los objetivos propuestos, la licenciatura en educación con el bachillerato pedagógico no mejoro sensiblemente la calidad de la educación.
La crisis económica obligo a muchos niños a abandonar la escuela para ayudar a sus familias a sobrevivir.
Capitulo XXVII
“Consideraciones Finales”.
Los 2 sexenios anteriores (1976 – 1982 y 1982 – 1988) se caracterizan por haber tenido respectivos planes educativos. Los planes tienen objetivos y metas importantes para el futuro de la educación en México.
Se procuro vincular terminalmente la educación con los bienes y servicios, debido a que los niños y jóvenes tuvieran que abandonar sus estudios sin que estos los hubiesen preparado en alguna forma para ganarse la vida, y tubo su consecuencia lógica en las carreras técnicas.
Se ataco el problema de la gran multitud de analfabetos y se propuso la educación primaria para todos los niños mexicanos, multiplicando así los programas de educación abierta en todo el país. Se promovió la cultura del pueblo con la publicación de escritos y con la creación de una red de bibliotecas.
“La educación debe ser del ser, no del tener”
López Portillo
Se trato de subsanar la ineficiencia del sistema educativo con la descentralización de la SEP, y que los estados manejaran su propia educación pero la SEP conservaría la normatividad y la distribución del financiamiento.
En el sexenio de De la Madrid no se presento ninguna tendencia en especial; en cambio López Portillo propuso una tendencia humanista en la educación y se afirmo abiertamente esa orientación.
“En la sociedad del conocimiento que esté emergiendo, la educación es elemento estratégico que definirá el destino de las naciones.”
Peter F. Ducker
Bibliografía:
Meneses Morales, Ernesto. Cap. XXVI “La Evaluación del Sexenio”. Págs. 473 – 480, y cap. XXVII “Consideraciones finales” Págs. 481 – 485. En “Tendencias educativas oficiales en México, 1984 – 1988”. Centro de Estudios Educativos, Universidad Iberoamericana, México, DF, 1988.
miércoles, 12 de octubre de 2011
“Tendencias Educativas Oficiales en México 1976 - 1988.”
“Tendencias Educativas Oficiales en México 1976 - 1988.”
Aguilar Pérez David.
20 – Sep. – 2011 Lectura No: 7
“Tendencias Educativas Oficiales en México 1976 - 1988.”
El tratamiento de los datos procede por tres pasos:
1. La igualdad de oportunidades de acceso y supervivencia en el sistema escolar.
2. La igualdad de resultados académicos.
3. La de resultados externos posteriores (sobre todo en la ocupación y el ingreso).
Se presentan los datos mostrando las causas de las desigualdades como la expansión del sistema escolar y que si sería posible mejorar la calidad de la educación.
Aunque el sistema educativo mexicano se halla en una etapa diferente, los problemas de la l distribución desigual, aunque hay muchos programas para corregir la federalización de la educación básica se traduce en la desigual distribución.
La igualdad educativa está culturalmente condicionada y la igualdad en la distribución de los bienes sociales nunca puede ser absoluta; siempre se halla en proceso: el de igualación o su contrario. Establecer metas ideales en la distribución de un determinado bien social como la salud, la educación e inclusive el ingreso es sumamente difícil, la desigualdad en la distribución de la educación ha sido y es uno de los temas sobresalientes de la sociología y de la política educativa.
El proceso de igualación en la distribución de la educación puede analizarse en indicadores concretos que son producto de las políticas educativas del país. Estos indicadores expresan probabilidades estadísticas de la población y de los diversos grupos que la integran.
Los más importantes entre ellos son:
1. La igualdad de oportunidades de acceso y supervivencia en la educación formal.
2. La igualdad de resultados académicos efectivamente logrados.
3. La igualdad de resultados externos al sistema educativo, en cuanto son obtenidos en función de la educación (sobre todo ocupación e ingreso).
La manera de igualar las probabilidades de supervivencia, de resultados académicos y de resultados externos, será proporcionarles mejores insumos educativos, de aquí ha brotado el concepto, no del todo afortunado, de educación compensatoria.
A la luz de estas consideraciones parece que, en sociedades fuertemente estratificadas, la educación no puede ser un mecanismo de igualación social, a menos que se cumpliera un conjunto de condiciones que son muy difíciles de cumplir:
1. Que todos los niños y jóvenes acudan al sistema escolar.
2. Que cursen los grados que corresponden a su edad.
3. Que la educación logre subsanar las deficiencias o limitaciones de los grupos menos favorecidos en cuanto afectan su supervivencia y rendimiento.
4. Que la influencia de la educación para acceder al empleo y obtener determinados niveles de acceso sea la determinante, sin que interfieran factores de otra índole.
Entre las profundas transformaciones sociales experimentadas por el país en las últimas décadas, el desarrollo del sistema educativo es quizás la más espectacular. Si la población se ha multiplicado por 5, la matrícula del sistema lo ha hecho por 24: de un millón de plazas ha pasado a tener 24 millones.
El analfabetismo se redujo del 70 al 15 por ciento. En un país de 70 millones de habitantes, el sistema educativo atiende a 1 de cada 3, lo que no sucede en ningún otro país de gran población. En vez de 500 profesionales que egresaban anualmente en 1921, hoy egresan de la educación superior 80.000.
El crecimiento del bachillerato fue de 100 veces entre 1940 y 1980, esto refleja el interés de los gobiernos para enseñar la educación media superior; en base a esto la declaración de Villahermosa (1971) y de Tepic (1972) definieron los objetivos de la enseñanza en ese nivel educativo, basándose en tres áreas de trabajo para el aprendizaje:
1. Actividades escolares
2. Capacitación para el trabajo
3. Actividades paraescolares
El acceso se relaciona íntimamente con la supervivencia, la cual no es sino la expresión dinámica del mismo. En el nivel primario la supervivencia se ve disminuida, por la repetición que afecta al 10 por ciento de los matriculados y la deserción.
Se estima que desertan anualmente un millón de alumnos, fenómeno particularmente agudo en la transición del primero al segundo grado. Por efecto de la reprobación y deserción, la matrícula de primaria adopta una forma marcadamente piramidal y egresan del sexto grado sólo 50,6 por ciento de cada cohorte que la inició.
Este coeficiente ha ido mejorando muy lentamente en las dos últimas décadas. La política educativa se ha propuesto elevarlo al 75 por ciento para la generación 1980-81; aunque hay indicadores de que esta meta se alcanzará con retraso de varios años.
En todos los bachilleratos había materias en comunes, es por eso que en 1983 se formo algo denominado el tronco común, que es un núcleo entre las materias que se identifican en todos las escuelas del nivel medio superior.
El plan de estudios de 1976 dividía 5 áreas fundamentales:
1. Ciencias físico – matemáticas
2. Ciencias químico – biológicas
3. Disciplinas sociales
4. Disciplinas económico – administrativas
5. Humanidades
El plan seria flexible, interdisciplinario y habría seriación de materias con método científico, técnicas de investigación, análisis de textos y prácticas, énfasis en los contenidos meteorológicos y la formación para el estudio y el aprendizaje.
El enfoque esencial de el plan de estudios del CCH era el de promover una cultura generadora de nuevos conocimientos, relacionado con el método didáctico de Aprender a aprender, Aprender a hacer y Aprender a ser
El CCH se ocupo de definir el perfil de los estudiantes de primer ingreso al nivel medio superior y prometía cumplir los principios y tareas que permiten al estudiante aprovechar las alternativas profesionales o la incorporación al trabajo.
La deserción fue un problema general en todos los niveles de la educación, es por eso que a los aspirantes al bachillerato se les presentaban pruebas rigurosas para asegurar que tuvieran la oportunidad de terminar.
Para evitar ese problema se necesitaba atacar las causas sugiriendo los siguientes puntos:
1. Aumentar el número y el monto de las becas.
2. Impulsar las opciones técnicas, para quienes tenían la necesidad de trabajar.
3. Atender con más seriedad los asuntos académicos.
Se establecieron los objetivos del ciclo del nivel medio superior; que eran los siguientes:
1. Consolidar e integrar al equipo informativo con miras al desarrollo.
2. Enlazar los conocimientos y aprendizajes.
3. Formar en el educando aptitudes y habilidades.
Así mismo se delineo el perfil de todo bachiller:
1. Expresarse correcta y eficientemente.
2. Utilizar la información utilizada en distintos lenguajes.
3. Utilizar los instrumentos culturales, técnicos y axiológicos.
4. Percibir, comprender y criticar racional y científicamente.
5. Aprender por si mismo poniendo en práctica métodos para favorecer su intelecto.
6. Evaluar y resolver las situaciones inherentes a su edad.
7. Incorporarse vocacional y académicamente a estudios superiores o a un trabajo productivo.
En el nivel superior la deserción se agudizarse y tiene una eficiencia terminal del 60 por ciento, aunque no se cuenta con datos confiables a nivel nacional, debido a la mayor flexibilidad de las multitudes y a la diversa duración de las carreras.
Con el propósito de facilitar más el acceso, se ha recurrido a varias medidas. Una de ellas fue el otorgar un carácter bivalente, es decir, terminal y propedéutico a varias ramas de la enseñanza media; como en la práctica la mayor parte de los alumnos continuaban sus estudios, se ha reforzado recientemente la tendencia a separar las ramas terminales de las propedéuticas. Otra medida fue el establecer, programas de enseñanza abierta o a distancia con el fin de incorporar a grupos poblacionales menos privilegiados.
También la distribución de los resultados académicos ha sido objeto de diversas investigaciones; hay evidencia suficiente de dos cosas:
1. Los resultados académicos se distribuyan diferencialmente, en correspondencia con el origen social del alumno;
2. La calidad de los insumos escolares se distribuye asimismo en correspondencia con los niveles sociales que predomina en los planteles.
Los indicadores expuestos sobre acceso, supervivencia, resultados académicos y resultados externos reflejan la estructura sociopolítica de la sociedad mexicana, afectada por profundas desigualdades y los resultados de las políticas seguidas en el desarrollo del sistema escolar.
Conviene mencionar algunas acciones que la política educativa podría emprender para acelerar el proceso de educación:
1. Intensificar las modalidades orientadas a la educación de los grupos sociales menos favorecidos.
2. Modificar la distribución de los insumos educativos con clara intención compensatoria.
3. Diseñar programas específicos orientados a mejorar la retención de los alumnos con más rendimiento.
4. Diversificar los contenidos y métodos según estados y regiones, para que la cultura de la escuela se acerque más a la cultura real de los alumnos.
Bibliografía:
MENESES Morales; Ernesto. “Tendencias Educativas Oficiales en México 1976 - 1988”, México, CCE- UIA, 1997, Pp. 43 – 81, 135 - 174.
Aguilar Pérez David.
20 – Sep. – 2011 Lectura No: 7
“Tendencias Educativas Oficiales en México 1976 - 1988.”
El tratamiento de los datos procede por tres pasos:
1. La igualdad de oportunidades de acceso y supervivencia en el sistema escolar.
2. La igualdad de resultados académicos.
3. La de resultados externos posteriores (sobre todo en la ocupación y el ingreso).
Se presentan los datos mostrando las causas de las desigualdades como la expansión del sistema escolar y que si sería posible mejorar la calidad de la educación.
Aunque el sistema educativo mexicano se halla en una etapa diferente, los problemas de la l distribución desigual, aunque hay muchos programas para corregir la federalización de la educación básica se traduce en la desigual distribución.
La igualdad educativa está culturalmente condicionada y la igualdad en la distribución de los bienes sociales nunca puede ser absoluta; siempre se halla en proceso: el de igualación o su contrario. Establecer metas ideales en la distribución de un determinado bien social como la salud, la educación e inclusive el ingreso es sumamente difícil, la desigualdad en la distribución de la educación ha sido y es uno de los temas sobresalientes de la sociología y de la política educativa.
El proceso de igualación en la distribución de la educación puede analizarse en indicadores concretos que son producto de las políticas educativas del país. Estos indicadores expresan probabilidades estadísticas de la población y de los diversos grupos que la integran.
Los más importantes entre ellos son:
1. La igualdad de oportunidades de acceso y supervivencia en la educación formal.
2. La igualdad de resultados académicos efectivamente logrados.
3. La igualdad de resultados externos al sistema educativo, en cuanto son obtenidos en función de la educación (sobre todo ocupación e ingreso).
La manera de igualar las probabilidades de supervivencia, de resultados académicos y de resultados externos, será proporcionarles mejores insumos educativos, de aquí ha brotado el concepto, no del todo afortunado, de educación compensatoria.
A la luz de estas consideraciones parece que, en sociedades fuertemente estratificadas, la educación no puede ser un mecanismo de igualación social, a menos que se cumpliera un conjunto de condiciones que son muy difíciles de cumplir:
1. Que todos los niños y jóvenes acudan al sistema escolar.
2. Que cursen los grados que corresponden a su edad.
3. Que la educación logre subsanar las deficiencias o limitaciones de los grupos menos favorecidos en cuanto afectan su supervivencia y rendimiento.
4. Que la influencia de la educación para acceder al empleo y obtener determinados niveles de acceso sea la determinante, sin que interfieran factores de otra índole.
Entre las profundas transformaciones sociales experimentadas por el país en las últimas décadas, el desarrollo del sistema educativo es quizás la más espectacular. Si la población se ha multiplicado por 5, la matrícula del sistema lo ha hecho por 24: de un millón de plazas ha pasado a tener 24 millones.
El analfabetismo se redujo del 70 al 15 por ciento. En un país de 70 millones de habitantes, el sistema educativo atiende a 1 de cada 3, lo que no sucede en ningún otro país de gran población. En vez de 500 profesionales que egresaban anualmente en 1921, hoy egresan de la educación superior 80.000.
El crecimiento del bachillerato fue de 100 veces entre 1940 y 1980, esto refleja el interés de los gobiernos para enseñar la educación media superior; en base a esto la declaración de Villahermosa (1971) y de Tepic (1972) definieron los objetivos de la enseñanza en ese nivel educativo, basándose en tres áreas de trabajo para el aprendizaje:
1. Actividades escolares
2. Capacitación para el trabajo
3. Actividades paraescolares
El acceso se relaciona íntimamente con la supervivencia, la cual no es sino la expresión dinámica del mismo. En el nivel primario la supervivencia se ve disminuida, por la repetición que afecta al 10 por ciento de los matriculados y la deserción.
Se estima que desertan anualmente un millón de alumnos, fenómeno particularmente agudo en la transición del primero al segundo grado. Por efecto de la reprobación y deserción, la matrícula de primaria adopta una forma marcadamente piramidal y egresan del sexto grado sólo 50,6 por ciento de cada cohorte que la inició.
Este coeficiente ha ido mejorando muy lentamente en las dos últimas décadas. La política educativa se ha propuesto elevarlo al 75 por ciento para la generación 1980-81; aunque hay indicadores de que esta meta se alcanzará con retraso de varios años.
En todos los bachilleratos había materias en comunes, es por eso que en 1983 se formo algo denominado el tronco común, que es un núcleo entre las materias que se identifican en todos las escuelas del nivel medio superior.
El plan de estudios de 1976 dividía 5 áreas fundamentales:
1. Ciencias físico – matemáticas
2. Ciencias químico – biológicas
3. Disciplinas sociales
4. Disciplinas económico – administrativas
5. Humanidades
El plan seria flexible, interdisciplinario y habría seriación de materias con método científico, técnicas de investigación, análisis de textos y prácticas, énfasis en los contenidos meteorológicos y la formación para el estudio y el aprendizaje.
El enfoque esencial de el plan de estudios del CCH era el de promover una cultura generadora de nuevos conocimientos, relacionado con el método didáctico de Aprender a aprender, Aprender a hacer y Aprender a ser
El CCH se ocupo de definir el perfil de los estudiantes de primer ingreso al nivel medio superior y prometía cumplir los principios y tareas que permiten al estudiante aprovechar las alternativas profesionales o la incorporación al trabajo.
La deserción fue un problema general en todos los niveles de la educación, es por eso que a los aspirantes al bachillerato se les presentaban pruebas rigurosas para asegurar que tuvieran la oportunidad de terminar.
Para evitar ese problema se necesitaba atacar las causas sugiriendo los siguientes puntos:
1. Aumentar el número y el monto de las becas.
2. Impulsar las opciones técnicas, para quienes tenían la necesidad de trabajar.
3. Atender con más seriedad los asuntos académicos.
Se establecieron los objetivos del ciclo del nivel medio superior; que eran los siguientes:
1. Consolidar e integrar al equipo informativo con miras al desarrollo.
2. Enlazar los conocimientos y aprendizajes.
3. Formar en el educando aptitudes y habilidades.
Así mismo se delineo el perfil de todo bachiller:
1. Expresarse correcta y eficientemente.
2. Utilizar la información utilizada en distintos lenguajes.
3. Utilizar los instrumentos culturales, técnicos y axiológicos.
4. Percibir, comprender y criticar racional y científicamente.
5. Aprender por si mismo poniendo en práctica métodos para favorecer su intelecto.
6. Evaluar y resolver las situaciones inherentes a su edad.
7. Incorporarse vocacional y académicamente a estudios superiores o a un trabajo productivo.
En el nivel superior la deserción se agudizarse y tiene una eficiencia terminal del 60 por ciento, aunque no se cuenta con datos confiables a nivel nacional, debido a la mayor flexibilidad de las multitudes y a la diversa duración de las carreras.
Con el propósito de facilitar más el acceso, se ha recurrido a varias medidas. Una de ellas fue el otorgar un carácter bivalente, es decir, terminal y propedéutico a varias ramas de la enseñanza media; como en la práctica la mayor parte de los alumnos continuaban sus estudios, se ha reforzado recientemente la tendencia a separar las ramas terminales de las propedéuticas. Otra medida fue el establecer, programas de enseñanza abierta o a distancia con el fin de incorporar a grupos poblacionales menos privilegiados.
También la distribución de los resultados académicos ha sido objeto de diversas investigaciones; hay evidencia suficiente de dos cosas:
1. Los resultados académicos se distribuyan diferencialmente, en correspondencia con el origen social del alumno;
2. La calidad de los insumos escolares se distribuye asimismo en correspondencia con los niveles sociales que predomina en los planteles.
Los indicadores expuestos sobre acceso, supervivencia, resultados académicos y resultados externos reflejan la estructura sociopolítica de la sociedad mexicana, afectada por profundas desigualdades y los resultados de las políticas seguidas en el desarrollo del sistema escolar.
Conviene mencionar algunas acciones que la política educativa podría emprender para acelerar el proceso de educación:
1. Intensificar las modalidades orientadas a la educación de los grupos sociales menos favorecidos.
2. Modificar la distribución de los insumos educativos con clara intención compensatoria.
3. Diseñar programas específicos orientados a mejorar la retención de los alumnos con más rendimiento.
4. Diversificar los contenidos y métodos según estados y regiones, para que la cultura de la escuela se acerque más a la cultura real de los alumnos.
Bibliografía:
MENESES Morales; Ernesto. “Tendencias Educativas Oficiales en México 1976 - 1988”, México, CCE- UIA, 1997, Pp. 43 – 81, 135 - 174.
“Tendencias Educativas Oficiales en México.” “Capitulo XVII y XXI”
“Tendencias Educativas Oficiales en México.”
Aguilar Pérez David
11 – Oct. – 2011 Control 11
“Capitulo XVII”
El Ciclo Básico
La crisis económica del país impulso a las autoridades de la SEP (1985) a discontinuar la dirección general y transferir los CENDIS a la Dirección General de Educación Preescolar, el nivel de este creció durante el sexenio y el interés por la estimulación temprana en el desarrollo del niño era tan extendido que el DIF tuvo que brindar atención.
La SEP alcanzaba a satisfacer solo el 50 %, aunque pretendía resumir el contenido de tres años en uno, tenia problemas con el contenido de los libros de texto, los conocimientos y la falta de continuidad entre los diversos niveles educativos y los objetivos.
El gobierno gastaba más en los individuos de secundaria, luego en los de preescolar y después en los de primaria, para permitir a los jardines de niños incorporarse al SEN mediante el reconocimiento y validez oficial, solo debían ajustar sus actividades y enseñanzas a lo dispuesto en la ley federal de educación.
La administración del presidente De la Madrid mantuvo en vigor el plan de estudios de la primaria que se introdujo en 1972, por áreas, la primaria registro una reducción del 1.5%, por ello facilito a los niños de 9 a 15 años terminar su primaria, que podrían cursarla en tres años en algunas zonas marginadas del D. F.
El origen de la miseria pedagógica de la primaria se debía a:
1. Los alumnos recibían su calificación el primer día.
2. El protagonista del salón era el programa.
3. Los programas proponían enseñarlo todo de una vez para entrenar la memoria, dejando de lado la comprensión.
4. El examen escolar evaluaba la retención del alumno.
Los alumnos debían abandonar sus estudios para ponerse a trabajar y aumentar así el presupuesto familiar, además de otros factores como el trabajo de la niñez, las migraciones, las enfermedades, la pobreza y la marginación.
En el primer congreso nacional de los niños se logro: defender el articulo 3ro constitucional, garantía de una educación laica, gratuita y obligatoria, actualizar los libros de texto, mejorar los salarios de los maestros y realizar obras sociales en beneficio de sus comunidades.
La enseñanza secundaria continúo creciendo pero aun quedaba lejos de la primaria. La calidad de este nivel dejaba mucho que desear, los estudiantes se les administro el examen de admisión de la UNAM, para ingresar a la educación media superior obteniendo una calificación promedio de 3.5 en escala de 1 a 10.
No solo había baja calidad sino falta de cumplimiento de los programas, y la SEP presionaba a los maestros para aprobar a los alumnos aun cuando no lo merecían, esto para justificar el número de reprobados. La SEP no autorizo ningún libro de texto gratuito, el único en todo el país era de la enseñanza primaria.
“Capitulo XXI”
La Enseñanza Media Superior
En la enseñanza media superior hubo un considerable incremento notable si se tiene en cuenta que esta requiere de bibliotecas y laboratorios, y se estaba analizando la calidad dela enseñanza en este nivel, ya que la UNAM a alumnos que obtuvieron un promedio de 4.56 en el examen de admisión en escala del 1 al 10.
ENP: Se sugirió la independencia del sistema de bachillerato, para limitar las funciones y dimensiones académicas del estricto nivel superior pero que esto destrozaría el sentido de la universidad.
Ante el alto índice de deserción de la ENP (42%) se dio a conocer un paquete de medidas para apoyar a los alumnos y de reforzamiento y actualización del personal docente, que establecía opciones terminales.
Las causas principales de deserción eran:
• Económicas.
• Matrimonio.
• Cambio de residencia.
• Imposibilidad académica.
• Enfermedades.
• Cambios a otra institución.
CCH: Una emergencia que tubo, fue la de lograr que se titulara el 53% de los profesores. Desde 1986 se menciono el problema del presupuesto, ya que en 5 planteles atendían a 71 537 estudiantes.
Los profesores de tiempo eran investigadores y/o asesores y tenia que hacer un esfuerzo mayor para atender a los estudiantes que tenían deficiencias en el aprendizaje; ya que obtenían un promedio de 3.85 sobre 10, y a finales de 1988 seguían apareciendo protestas de los profesores con respecto a las condiciones laborales y económicas.
Bachilleres: La orientación escolar resultaba insuficiente, debido a que el plantel solo contaba con 1 orientador. Su expansión contaba con 143 planteles. Los estudiantes demandaban el pase automático a las instituciones de estudios superiores, en las cuales la demanda era cada vez mayor.
El paro laboral concluyo con un aumento salarial del 24%, y una revisión anual para trabajadores académicos.
Bachillerato pedagógico: Podía adoptar las modalidades convenientes cuando las autoridades decidieran construir un subsistema nacional, de esta forma se lograría elevar la calidad de l educación.
La educación abierta en el sexenio: La mayor parte de las instituciones diseñaron los planes y programas, incluyendo el tronco común de las materias para el nivel medio superior, de acuerdo con las disposiciones oficiales de la SEP.
Los libros de texto utilizados para esta educación, el 60% de las instituciones se encargaba de elaborarlos, el resto utilizaba libros comerciales que complementaban las guías de estudio.
Bibliografía:
Meneses Morales, Ernesto. Capitulo XVII “El ciclo Básico”. Págs. 285 - 311. y Capitulo XXI “La Enseñanza Media Superior”. Págs. 409 – 419. En “Tendencias educativas oficiales en México, 1984 – 1988”. Centro de Estudios Educativos, Universidad Iberoamericana, México, DF, 1988.
Aguilar Pérez David
11 – Oct. – 2011 Control 11
“Capitulo XVII”
El Ciclo Básico
La crisis económica del país impulso a las autoridades de la SEP (1985) a discontinuar la dirección general y transferir los CENDIS a la Dirección General de Educación Preescolar, el nivel de este creció durante el sexenio y el interés por la estimulación temprana en el desarrollo del niño era tan extendido que el DIF tuvo que brindar atención.
La SEP alcanzaba a satisfacer solo el 50 %, aunque pretendía resumir el contenido de tres años en uno, tenia problemas con el contenido de los libros de texto, los conocimientos y la falta de continuidad entre los diversos niveles educativos y los objetivos.
El gobierno gastaba más en los individuos de secundaria, luego en los de preescolar y después en los de primaria, para permitir a los jardines de niños incorporarse al SEN mediante el reconocimiento y validez oficial, solo debían ajustar sus actividades y enseñanzas a lo dispuesto en la ley federal de educación.
La administración del presidente De la Madrid mantuvo en vigor el plan de estudios de la primaria que se introdujo en 1972, por áreas, la primaria registro una reducción del 1.5%, por ello facilito a los niños de 9 a 15 años terminar su primaria, que podrían cursarla en tres años en algunas zonas marginadas del D. F.
El origen de la miseria pedagógica de la primaria se debía a:
1. Los alumnos recibían su calificación el primer día.
2. El protagonista del salón era el programa.
3. Los programas proponían enseñarlo todo de una vez para entrenar la memoria, dejando de lado la comprensión.
4. El examen escolar evaluaba la retención del alumno.
Los alumnos debían abandonar sus estudios para ponerse a trabajar y aumentar así el presupuesto familiar, además de otros factores como el trabajo de la niñez, las migraciones, las enfermedades, la pobreza y la marginación.
En el primer congreso nacional de los niños se logro: defender el articulo 3ro constitucional, garantía de una educación laica, gratuita y obligatoria, actualizar los libros de texto, mejorar los salarios de los maestros y realizar obras sociales en beneficio de sus comunidades.
La enseñanza secundaria continúo creciendo pero aun quedaba lejos de la primaria. La calidad de este nivel dejaba mucho que desear, los estudiantes se les administro el examen de admisión de la UNAM, para ingresar a la educación media superior obteniendo una calificación promedio de 3.5 en escala de 1 a 10.
No solo había baja calidad sino falta de cumplimiento de los programas, y la SEP presionaba a los maestros para aprobar a los alumnos aun cuando no lo merecían, esto para justificar el número de reprobados. La SEP no autorizo ningún libro de texto gratuito, el único en todo el país era de la enseñanza primaria.
“Capitulo XXI”
La Enseñanza Media Superior
En la enseñanza media superior hubo un considerable incremento notable si se tiene en cuenta que esta requiere de bibliotecas y laboratorios, y se estaba analizando la calidad dela enseñanza en este nivel, ya que la UNAM a alumnos que obtuvieron un promedio de 4.56 en el examen de admisión en escala del 1 al 10.
ENP: Se sugirió la independencia del sistema de bachillerato, para limitar las funciones y dimensiones académicas del estricto nivel superior pero que esto destrozaría el sentido de la universidad.
Ante el alto índice de deserción de la ENP (42%) se dio a conocer un paquete de medidas para apoyar a los alumnos y de reforzamiento y actualización del personal docente, que establecía opciones terminales.
Las causas principales de deserción eran:
• Económicas.
• Matrimonio.
• Cambio de residencia.
• Imposibilidad académica.
• Enfermedades.
• Cambios a otra institución.
CCH: Una emergencia que tubo, fue la de lograr que se titulara el 53% de los profesores. Desde 1986 se menciono el problema del presupuesto, ya que en 5 planteles atendían a 71 537 estudiantes.
Los profesores de tiempo eran investigadores y/o asesores y tenia que hacer un esfuerzo mayor para atender a los estudiantes que tenían deficiencias en el aprendizaje; ya que obtenían un promedio de 3.85 sobre 10, y a finales de 1988 seguían apareciendo protestas de los profesores con respecto a las condiciones laborales y económicas.
Bachilleres: La orientación escolar resultaba insuficiente, debido a que el plantel solo contaba con 1 orientador. Su expansión contaba con 143 planteles. Los estudiantes demandaban el pase automático a las instituciones de estudios superiores, en las cuales la demanda era cada vez mayor.
El paro laboral concluyo con un aumento salarial del 24%, y una revisión anual para trabajadores académicos.
Bachillerato pedagógico: Podía adoptar las modalidades convenientes cuando las autoridades decidieran construir un subsistema nacional, de esta forma se lograría elevar la calidad de l educación.
La educación abierta en el sexenio: La mayor parte de las instituciones diseñaron los planes y programas, incluyendo el tronco común de las materias para el nivel medio superior, de acuerdo con las disposiciones oficiales de la SEP.
Los libros de texto utilizados para esta educación, el 60% de las instituciones se encargaba de elaborarlos, el resto utilizaba libros comerciales que complementaban las guías de estudio.
Bibliografía:
Meneses Morales, Ernesto. Capitulo XVII “El ciclo Básico”. Págs. 285 - 311. y Capitulo XXI “La Enseñanza Media Superior”. Págs. 409 – 419. En “Tendencias educativas oficiales en México, 1984 – 1988”. Centro de Estudios Educativos, Universidad Iberoamericana, México, DF, 1988.
jueves, 6 de octubre de 2011
Capitulo XV de Tendencias educativas oficiales en México, 1984 – 1988
“Capitulo XV”
El programa tenia que partir del diagnostico del pasado inmediato. Este descubriría que la eficiencia terminal de los diversos niveles del sistema del sistema educativo nacional era aun muy pobre.
Un análisis de la educación preescolar, primaria y secundaria revelaba descuido en coordinar, sistematizar y articular debidamente estos niveles. Los programas no respondían adecuadamente a las peculiaridades regionales ni a los requisitos de la sociedad. La educación presentaba grandes problemas que afectaban su eficacia y limitaba la transición de conocimientos.
La administración del presidente De la Madrid se propuso perfilar el sistema educativo mexicano y para ello planteó tres propósitos:
1. Promover el desarrollo integral del individuo y da la sociedad.
2. Ampliar el acceso de todos los mexicanos a las actividades educativas, recreativas, culturales y deportivas.
3. Mejorar la prestación de los servicios en estas áreas.
4.
El plan de 1984 representó un cambio importante, porque con él, la carrera de maestro adquirió el estatus de licenciatura y las escuelas normales se ubicaron en el rango de las instituciones de educación superior. Este plan pretendía ofrecer una formación en la que los futuros maestros contaran con una visión amplia de la problemática de la educación y ponía, sobre todo, el acento en la formación de un maestro capaz de investigar sobre su propia práctica educativa, para extraer de ella los aspectos a mejorar en su trabajo cotidiano.
La descentralización tenía una intención de carácter político, para volver al federalismo, administrativo, para hacer posibles los servicios educativos y científico, para mejorar los aspectos pedagógicos y el modelo educativo.
Los maestros de la escuela rural mexicana eran maestros tanto de niños como de adultos y su trabajo educativo se desarrollaba en las escuelas y en las comunidades. Además de los conocimientos necesarios para enseñar a los niños, poseían conocimientos que les permitían intervenir en el desarrollo de las comunidades rurales en las que se encontraban las escuelas.
Para abatir el rezago de la educación no bastaba con construir más aulas o mejorar los libros de texto, sino realizar diversas actividades, como brindarle al docente un conjunto de apoyos para que pudieran adaptar a los contenidos a las circunstancias.
El libro proporciona información acerca de los resultados de las acciones que fueron iniciadas por las autoridades educativas al impulsar las políticas diseñadas. Se analizan los resultados obtenidos durante este sexenio, y se propone a interpretar y alorar los hechos. En el sentido numérico, se considera que este sexenio fue un periodo de retroceso educativo además de no mostrar ninguna tendencia en especial.
Bibliografía:
Meneses Morales, Ernesto. Capitulo XV en “Tendencias educativas oficiales en México, 1984 – 1988”. Págs. 243 – 255. Centro de Estudios Educativos, Universidad Iberoamericana, México, DF, 1988.
El programa tenia que partir del diagnostico del pasado inmediato. Este descubriría que la eficiencia terminal de los diversos niveles del sistema del sistema educativo nacional era aun muy pobre.
Un análisis de la educación preescolar, primaria y secundaria revelaba descuido en coordinar, sistematizar y articular debidamente estos niveles. Los programas no respondían adecuadamente a las peculiaridades regionales ni a los requisitos de la sociedad. La educación presentaba grandes problemas que afectaban su eficacia y limitaba la transición de conocimientos.
La administración del presidente De la Madrid se propuso perfilar el sistema educativo mexicano y para ello planteó tres propósitos:
1. Promover el desarrollo integral del individuo y da la sociedad.
2. Ampliar el acceso de todos los mexicanos a las actividades educativas, recreativas, culturales y deportivas.
3. Mejorar la prestación de los servicios en estas áreas.
4.
El plan de 1984 representó un cambio importante, porque con él, la carrera de maestro adquirió el estatus de licenciatura y las escuelas normales se ubicaron en el rango de las instituciones de educación superior. Este plan pretendía ofrecer una formación en la que los futuros maestros contaran con una visión amplia de la problemática de la educación y ponía, sobre todo, el acento en la formación de un maestro capaz de investigar sobre su propia práctica educativa, para extraer de ella los aspectos a mejorar en su trabajo cotidiano.
La descentralización tenía una intención de carácter político, para volver al federalismo, administrativo, para hacer posibles los servicios educativos y científico, para mejorar los aspectos pedagógicos y el modelo educativo.
Los maestros de la escuela rural mexicana eran maestros tanto de niños como de adultos y su trabajo educativo se desarrollaba en las escuelas y en las comunidades. Además de los conocimientos necesarios para enseñar a los niños, poseían conocimientos que les permitían intervenir en el desarrollo de las comunidades rurales en las que se encontraban las escuelas.
Para abatir el rezago de la educación no bastaba con construir más aulas o mejorar los libros de texto, sino realizar diversas actividades, como brindarle al docente un conjunto de apoyos para que pudieran adaptar a los contenidos a las circunstancias.
El libro proporciona información acerca de los resultados de las acciones que fueron iniciadas por las autoridades educativas al impulsar las políticas diseñadas. Se analizan los resultados obtenidos durante este sexenio, y se propone a interpretar y alorar los hechos. En el sentido numérico, se considera que este sexenio fue un periodo de retroceso educativo además de no mostrar ninguna tendencia en especial.
Bibliografía:
Meneses Morales, Ernesto. Capitulo XV en “Tendencias educativas oficiales en México, 1984 – 1988”. Págs. 243 – 255. Centro de Estudios Educativos, Universidad Iberoamericana, México, DF, 1988.
martes, 4 de octubre de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)