A diferencia del Programa para la Modernización Educativa de Carlos Salinas y del Programa de Desarrollo Educativo de Ernesto Zedillo, el documento base de la política educativa del actual gobierno presenta un apartado con algunos lineamientos normativos que debían orientar el desarrollo de la educación del país.
En la parte intitulada, hacia un pensamiento educativo para México se discuten las nociones de justicia y equidad educativa, las concepciones de identidad nacional y el papel de la educación en su fortalecimiento, la construcción de una ética pública sustentada en valores democráticos, la dimensión multicultural que debe poseer la instrucción escolar, la responsabilidad pública sobre la educación sustentada en la participación de la sociedad, la innovación educativa en la sociedad del conocimiento y, por último, se reconoce la complejidad de introducir cambios debido al anquilosamiento de la estructura del sistema educativo mexicano, a su dimensión, al exceso de normas, a la falta de recursos y a la falta de continuidad y consistencia de los programas educativos.
El Enfoque Educativo para el Siglo XXI precisa que en 2025, la educación mexicana será:
Equitativa y con buena calidad porque asegurará igualdad de oportunidades de ingreso, permanencia y logro académico.
Pertinente porque responderá a las necesidades de las personas y a los requerimientos del desarrollo nacional.
Incluyente porque atenderá la diversidad cultural regional, étnica y lingüística del país.
Integralmente formativa porque combinará propósitos científicos y técnicos, con una concepción de humanismo para nuestro tiempo.
Un aspecto relevante de esta prospectiva reside en que considera al cambio organizacional como un factor de alta incidencia en el mejoramiento de la calidad académica. Por ello se afirma que el centro de gravedad del sistema educativo se habrá ubicado en cada escuela e institución, con las estructuras intermedias y superiores al servicio de lo que ocurre en aquéllas. Aunque este objetivo ya se había enunciado desde sexenios anteriores, es muy valioso que se reafirme y se consideren a las escuelas como organizaciones abiertas capaces de establecer mejores formas de interacción con las comunidades en que se encuentran ubicadas a fin manifestar que la educación es tarea de todos y no sólo, nos parece, propiedad de una burocracia sindical o, como la manifiesta el Programa, responsabilidad exclusiva del gobierno.
Otros aspectos más puntuales que el PNE menciona y que también consideramos como notables son el Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo, así como los cambios radicales de concepción en la Educación Básica para Adultos. Además, se le ha dado un fuerte impulso a la e-educación lo cual sugiere otras manera de acceder a la instrucción académica, fuera de las estructuras de tiempo y espacio.
Una vez habiendo dicho que el programa educativo de Fox destaca por la inclusión de aspectos teórico-normativos, por su visión prospectiva y por la desagregación de sus metas y acciones, pasemos ahora a analizar si el buen diseño de la agenda puede traducirse en una eficiente implementación de políticas públicas en materia educativa.
Examinando la política educativa. En primer lugar habría que decir que el PNE establece tres objetivos estratégicos que a su vez deben desarrollarse en los subprogramas de cada nivel y tipo educativo.
Estos objetivos son:
1.-Avanzar hacia la equidad en educación.
2.-Proporcionar una educación de calidad adecuada a las necesidades de todos los mexicanos.
3.-Impulsar el federalismo educativo, la gestión institucional y la participación social.
En esta oportunidad no podremos analizar el proceso de federalización y descentralización de los servicios educativos, los cambios en la composición del subsistema de educación superior o qué ha pasado con el Compromiso Social por la Calidad de la Educación que, según se dijo, transformaría la enseñanza y el aprendizaje para la nuevas generaciones. Sólo nos abocaremos a comentar algunos programas y políticas que, a nuestro juicio, constituyen un buen referente para conocer hasta cierto grado, el desempeño del auto-nombrado gobierno del cambio.
Siguiendo con la política de equidad, se puede inferir que la meta de cobertura en la educación media superior está en riesgo de no cumplirse. Y esto lo decimos tomando en cuenta el bajo crecimiento en la proporción de estudiantes que cursaron el bachillerato del año 2000 al ciclo escolar 2002-2003.
Al principio del sexenio la proporción de estudiantes entre 16 y 18 años que cursaba el bachillerato era de 47 por ciento, mientras que para el ciclo escolar 2002-2003 esta proporción ascendió a 51.5 por ciento (que corresponde a 3 295 300 estudiantes, de acuerdo al tercer Informe). Es decir, la tasa de cobertura en este nivel educativo aumentó 4.5 puntos porcentuales. ¿Qué se espera para 2006.
El PNE estableció que al final del sexenio deberá haber 59 por ciento de jóvenes de la edad respectiva en el bachillerato. Cumplir esta meta implica que aumente 7.5 puntos porcentuales la actual tasa de cobertura, lo cual significaría un aumento absoluto, entre 2003 y 2007, de poco más de 600 000 alumnos, al pasar de 3 295 300 a 3 900 000.
El modelo de educación básica para la población infantil migrante, que está orientado a brindar servicios de educación primaria, en 2006, a todos los hijos de jornaleros agrícolas migrantes. En México hay entre 400 mil y 700 mil niños en ésta difícil situación.
La puesta en marcha de un modelo pedagógico que atienda las necesidades educativas de los niños en situación de calle, que se supone iniciaría desde el 2002.
Existen dos puntos que nos parecen de suma relevancia para conocer el avance que tuvo el gobierno foxista en materia educativa. El primero se refiere a la política de financiamiento a la educación y el segundo discute la participación de la sociedad en los asuntos educativos.
Antes de abordar el primer punto, cabe acotar que el trabajo de la legislatura LXVIII, la pasada, es un buen referente en materia presupuestaria y jurídica para hacer un balance de la atención y tratamiento brindado a la agenda nacional de educación. Entre el PNE y el trabajo legislativo puede observarse un gran hueco.
Habiendo hecho este apretado, y por tanto, limitado, repaso de la política educativa del gobierno de Vicente Fox, concluimos que:
Pese a la agenda educativa consistentemente delineada, el gobierno, en algunos casos, ha logrado magros resultados que ponen en riesgo el cumplimiento de las metas propuestas.
Da la impresión que los programas innovadores de Fox marchan sin una debida retroalimentación. Aún desconocemos si el funcionamiento del PEC o el de participación social están acarreando los beneficios esperados como para colocar a la educación más cerca de la visión prospectiva establecida por el actual gobierno.
Y por último, uno de los aprendizajes más importantes de estos tres años de gobierno ha sido que el desarrollo de la educación depende en gran medida de otros actores políticos y no sólo de la voluntad del Ejecutivo.
Revista Educación 2001, Núm. 139, Diciembre de 2006; Pp. 7 - 46
lunes, 5 de diciembre de 2011
La Polititica Educativa de Vicente Fox Q
En el Informe de Gobierno de Fox se reporta que en el ciclo escolar 2002-2003 se dotó de útiles escolares a 4.5 millones de alumnos, se asesoró en términos pedagógicos a casi 40 mil escuelas y a 122 mil docentes y se entregaron apoyos económicos a las asociaciones de padres de familia de 12 009 jardines de niños y 47 mil escuelas primarias, superando en cinco mil apoyos los otorgados en el ciclo escolar anterior. Este esfuerzo gubernamental, hay que decirlo, seguramente sí ha incidido en el aumento de la matrícula en educación básica, sobre todo en la de secundaria. El número de estudiantes registrados en la secundaria ha crecido, del año 2000 a la fecha, 8.7 por ciento mientras que el incremento de la matrícula en preescolar y en primaria ha sido de 2% y 0.1%, respectivamente. Ahora hay casi medio millón de jóvenes más estudiando el último tramo de la educación básica de los que había al principio del sexenio y esto se debe en parte a la expansión de los programas compensatorios. Pero lo que aún está pendiente de discutir es si estos apoyos realmente contribuyen a que los niños de los estratos más desfavorecidos adquieran habilidades al parejo que sus contrapartes de los sectores sociales más favorecidos.
El tema indígena, que si bien es objeto en el PNE de dos políticas en el nivel básico, como ya mencionó que a su vez involucran a 9 programas y a cerca de 23 metas específicas a cubrir en el sexenio-, constituye uno de los rezagos ancestrales y peor atendidos de nuestro sistema educativo. Para muestra, algunas metas planteadas: duplicar en 2006 la cobertura de educación inicial indígena, lograr en 2006 que el 95 por ciento de los niños indígenas de 6 años ingresen a la escuela primaria, aumentar índices de aprobación y de eficiencia terminal en las escuelas primarias interculturales bilingües, mejorar el aprendizaje de las competencias básicas de los niños y jóvenes indígenas, asegurar en 2004 que 95 por ciento de los maestros bilingües hablen la lengua indígena predominante en la comunidad a la que sirven y que cuenten con licenciatura, que en el 2004 se incorpore la lengua indígena como asignatura en la educación bilingüe intercultural.
Definir calidad en el medio educativo es sumamente complejo. El Observatorio hace notar que hay diferentes nociones de calidad para cada nivel educativo, por ejemplo, en básica la calidad se define en función del desarrollo de capacidades cognoscitivas fundamentales [...]; para el nivel medio superior no hay una definición explícita, pero se hace referencia a los conocimientos y destrezas para incorporarse al mundo laboral o continuar estudios de tipo superior [...] y en el nivel universitario, se define en términos de su contribución a la satisfacción de las necesidades del país.
Dentro de este rubro se discutirá, muy brevemente, uno de los programas estrella del gobierno de Fox: El de Escuelas de Calidad (PEC). Este programa tiene como objetivo "transformar la organización y el funcionamiento de las escuelas, institucionalizando la cultura y el ejercicio de la planeación y la evaluación mediante la reflexión colectiva" . Esto es perfectamente congruente con la visión prospectiva discutida con antelación, en donde la escuela debe ser en un futuro el centro de gravedad del sistema educativo.
Para el Observatorio este programa constituye la estrategia de reforma educativa del actual gobierno y, como en su momento se dijo, es muy distinta de las intentadas en sexenios anteriores ya que se basa en la libre determinación de cada escuela, se focaliza en escuelas marginadas, procede de abajo hacia arriba, es adicional a las acciones macro de la burocracia educativa e intenta movilizar a todos los actores de la escuela en busca de mayor calidad y mayor equidad.
Aunque es prematuro hacer un juicio de este programa, las evaluaciones externas que se están llevando nos ayudarán conocer qué otros factores, aparte del cambio organizacional, inciden en el aprovechamiento escolar de las niñas y niños mexicanos. Aunado a esto, sería ideal que la SEP complementara estos esfuerzos dando a conocer la forma en que sus análisis internos están siendo utilizados en el nivel escolar. ¿Son accesibles estos estudios para los directores y profesores de las escuelas de calidad?.
En este marco de comentarios sobre la calidad debe también mencionarse el papel que ha desempeñado el Instituto Nacional de Evaluación Educativa a poco más de un año de su creación. El INEE ha avanzado en diferentes frentes. Por ejemplo, ha hecho una meticulosa depuración de datos, ha utilizado algunos estándares de evaluación antes desconocidos y ha aprovechado evaluaciones internacionales como el PISA para realizar sus estudios. Con un adecuado tratamiento, esta información contribuirá a ampliar el conocimiento que hasta el momento se tiene de la educación básica y, por consiguiente, habrá mejores bases para diseñar e implementar políticas orientadas a mejorar la calidad de las escuelas mexicanas, sin dejar de tomar en cuenta, dadas las características distintivas y complejas de nuestro sistema educativo, y como ya lo menciona el INEE en su Primer Informe Anual 2003, denominado La calidad de la educación básica en México, que son necesarios también, además de diagnósticos confiables, los consensos entre actores, las estrategias integrales y una reforma estructural.
Habiendo hecho este apretado, y por tanto, limitado, repaso de la política educativa del gobierno de Vicente Fox, concluimos que:
Pese a la agenda educativa consistentemente delineada, el gobierno, en algunos casos, ha logrado magros resultados que ponen en riesgo el cumplimiento de las metas propuestas. ¿A qué se debe esto? ¿Es un problema meramente de implementación de política pública? ¿Hasta dónde la impericia política ha sido una la barrera para dar cabal cumplimiento a los compromisos adquiridos? ¿Qué tendrá que hacer al actual gobierno y especialmente la SEP, para contrarrestar la inercia del sistema y demostrar que la educación mexicana está cambiando favorablemente?.
Da la impresión que los programas innovadores de Fox marchan sin una debida retroalimentación. Aún desconocemos si el funcionamiento del PEC o el de participación social están acarreando los beneficios esperados como para colocar a la educación más cerca de la visión prospectiva establecida por el actual gobierno.
La responsabilidad y compromiso de los legisladores, del magisterio, de los especialistas, de los jefes de familia, de los empresarios y de las organizaciones de la llamada sociedad civil se han hecho patentes a través de cada una de sus acciones, ahora habría que preguntarse si tales intervenciones han estado acorde al interés público o sólo han perseguido el interés partidista, ideológico o monetario que tanto han afectado el verdadero cambio democrático que requiere el país.
Observatorio Ciudadano de la Observación.OCE La Politica Educativa De Fox.
www.observatorio.org/publicaciones/politica.html
El tema indígena, que si bien es objeto en el PNE de dos políticas en el nivel básico, como ya mencionó que a su vez involucran a 9 programas y a cerca de 23 metas específicas a cubrir en el sexenio-, constituye uno de los rezagos ancestrales y peor atendidos de nuestro sistema educativo. Para muestra, algunas metas planteadas: duplicar en 2006 la cobertura de educación inicial indígena, lograr en 2006 que el 95 por ciento de los niños indígenas de 6 años ingresen a la escuela primaria, aumentar índices de aprobación y de eficiencia terminal en las escuelas primarias interculturales bilingües, mejorar el aprendizaje de las competencias básicas de los niños y jóvenes indígenas, asegurar en 2004 que 95 por ciento de los maestros bilingües hablen la lengua indígena predominante en la comunidad a la que sirven y que cuenten con licenciatura, que en el 2004 se incorpore la lengua indígena como asignatura en la educación bilingüe intercultural.
Definir calidad en el medio educativo es sumamente complejo. El Observatorio hace notar que hay diferentes nociones de calidad para cada nivel educativo, por ejemplo, en básica la calidad se define en función del desarrollo de capacidades cognoscitivas fundamentales [...]; para el nivel medio superior no hay una definición explícita, pero se hace referencia a los conocimientos y destrezas para incorporarse al mundo laboral o continuar estudios de tipo superior [...] y en el nivel universitario, se define en términos de su contribución a la satisfacción de las necesidades del país.
Dentro de este rubro se discutirá, muy brevemente, uno de los programas estrella del gobierno de Fox: El de Escuelas de Calidad (PEC). Este programa tiene como objetivo "transformar la organización y el funcionamiento de las escuelas, institucionalizando la cultura y el ejercicio de la planeación y la evaluación mediante la reflexión colectiva" . Esto es perfectamente congruente con la visión prospectiva discutida con antelación, en donde la escuela debe ser en un futuro el centro de gravedad del sistema educativo.
Para el Observatorio este programa constituye la estrategia de reforma educativa del actual gobierno y, como en su momento se dijo, es muy distinta de las intentadas en sexenios anteriores ya que se basa en la libre determinación de cada escuela, se focaliza en escuelas marginadas, procede de abajo hacia arriba, es adicional a las acciones macro de la burocracia educativa e intenta movilizar a todos los actores de la escuela en busca de mayor calidad y mayor equidad.
Aunque es prematuro hacer un juicio de este programa, las evaluaciones externas que se están llevando nos ayudarán conocer qué otros factores, aparte del cambio organizacional, inciden en el aprovechamiento escolar de las niñas y niños mexicanos. Aunado a esto, sería ideal que la SEP complementara estos esfuerzos dando a conocer la forma en que sus análisis internos están siendo utilizados en el nivel escolar. ¿Son accesibles estos estudios para los directores y profesores de las escuelas de calidad?.
En este marco de comentarios sobre la calidad debe también mencionarse el papel que ha desempeñado el Instituto Nacional de Evaluación Educativa a poco más de un año de su creación. El INEE ha avanzado en diferentes frentes. Por ejemplo, ha hecho una meticulosa depuración de datos, ha utilizado algunos estándares de evaluación antes desconocidos y ha aprovechado evaluaciones internacionales como el PISA para realizar sus estudios. Con un adecuado tratamiento, esta información contribuirá a ampliar el conocimiento que hasta el momento se tiene de la educación básica y, por consiguiente, habrá mejores bases para diseñar e implementar políticas orientadas a mejorar la calidad de las escuelas mexicanas, sin dejar de tomar en cuenta, dadas las características distintivas y complejas de nuestro sistema educativo, y como ya lo menciona el INEE en su Primer Informe Anual 2003, denominado La calidad de la educación básica en México, que son necesarios también, además de diagnósticos confiables, los consensos entre actores, las estrategias integrales y una reforma estructural.
Habiendo hecho este apretado, y por tanto, limitado, repaso de la política educativa del gobierno de Vicente Fox, concluimos que:
Pese a la agenda educativa consistentemente delineada, el gobierno, en algunos casos, ha logrado magros resultados que ponen en riesgo el cumplimiento de las metas propuestas. ¿A qué se debe esto? ¿Es un problema meramente de implementación de política pública? ¿Hasta dónde la impericia política ha sido una la barrera para dar cabal cumplimiento a los compromisos adquiridos? ¿Qué tendrá que hacer al actual gobierno y especialmente la SEP, para contrarrestar la inercia del sistema y demostrar que la educación mexicana está cambiando favorablemente?.
Da la impresión que los programas innovadores de Fox marchan sin una debida retroalimentación. Aún desconocemos si el funcionamiento del PEC o el de participación social están acarreando los beneficios esperados como para colocar a la educación más cerca de la visión prospectiva establecida por el actual gobierno.
La responsabilidad y compromiso de los legisladores, del magisterio, de los especialistas, de los jefes de familia, de los empresarios y de las organizaciones de la llamada sociedad civil se han hecho patentes a través de cada una de sus acciones, ahora habría que preguntarse si tales intervenciones han estado acorde al interés público o sólo han perseguido el interés partidista, ideológico o monetario que tanto han afectado el verdadero cambio democrático que requiere el país.
Observatorio Ciudadano de la Observación.OCE La Politica Educativa De Fox.
www.observatorio.org/publicaciones/politica.html
Los Bonos Educativos y la Crisis de la Universidad Pública
Los Bonos Educativos y la Crisis de la Universidad Pública
La política educativa heredada por el régimen neoliberal de Carlos Salinas de Gortari, que impulsó cambios constitucionales y de la legislación de la educación, orientó al sistema educativo de México hacia dos metas fundamentales: a la reducción de la matrícula y del financiamiento gubernamental de las universidades públicas y a la promoción y el avance de los intereses bancarios en la educación superior.
En la educación media, el hecho más significativo es la disminución del gasto federal el que además se concentra preferentemente en las opciones técnicas en detrimento del bachillerato de tipo universitario y humanístico, el más demandado por los jóvenes en esas edades. La situación se torna dramática si se toma en cuenta lo ocurrido en la educación superior.
La peligrosa reducción del gasto educativo por habitante y por alumno, la disminución del incremento de la matrícula, la opción gubernamental casi exclusiva a favor de las instituciones tecnológicas y la reorientación de los recursos públicos a las instituciones de educación superior privadas en detrimento de la educación pública, son factores combinados que se multiplican y producen que se cuenten por millones los jóvenes del grupo de edad de 20 a 24 años, que son excluidos de la educación superior y los que difícilmente podrán encontrar un empleo bien remunerado.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal de 1999 se propuso reducir el gasto educativo en inversión en 37.5 por ciento en comparación con el año 1998, reducción a la que se opuso la Cámara de Diputados. Esta política de inversión educativa es compensada de modo creciente por un mayor gasto de los padres de familia.
La política educativa del gobierno de Ernesto Zedillo contribuyó poderosamente a la crisis de la Universidad Nacional (UNAM) y con ello al conjunto del sistema de universidades financiadas por el Estado. Entre los efectos más graves de este proceso que podemos llamar de liquidación de las universidades públicas, la Universidad de Guadalajara señala las muy graves consecuencias en cuanto a escolarización en el plano comparativo.
Los efectos adversos para el desarrollo del país como resultado de la política educativa de los últimos años se observa también al comparar la escolaridad de la educación media y superior entre los países del TLC, México, Estados Unidos y Canadá. Los efectos del desfinanciamiento de la educación se observan en el gasto por alumno en la educación superior.
Las desventajas comparativas cada día más acentuadas, también se observan en las grandes diferencias en el salario de los profesores
El Grupo Financiero Bancomer, en agosto de 1999, publicó un folleto titulado Educación para el Crecimiento Económico.
Es importante revelar los argumentos bancarios para apropiarse del presupuesto público para la educación y para subastar y entregar a manos privadas los establecimientos y las instalaciones destinadas a la educación pública.
Para que una economía sea exitosa en términos de crecimiento sostenido y equidad, se requieren tres condiciones fundamentales. La primera es que el arreglo institucional que enmarca la actividad de los agentes económicos provea los incentivos adecuados para una asignación eficiente de recursos, definiendo y protegiendo los derechos de propiedad. La segunda condición es que el marco macroeconómico sea estable. Y la tercera es que se de una continua acumulación de capital humano a través de un sistema educativo de alta calidad.
La idea encierra el propósito de los bancos de apropiarse de los recursos públicos destinados a la educación (218 mil millones de pesos para 199922), y orientarlos a las empresas educativas en manos de particulares. Tal vez era este el propósito a mediano plazo de los cambios constitucionales de 1992 y 1993.
El sistema de bonos propuesto, varias veces comentado con entusiasmo por el presidente Ernesto Zedillo, exige también la evaluación por parte de los bancos junto con empresas particulares del tipo del Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL), del desempeño de las escuelas y de los profesores.
La larga huelga estudiantil de la Universidad Nacional (marzo de 1999 - febrero del 2000), interrumpida por la intervención de la Policía Federal Preventiva en las instalaciones de los planteles universitarios, es resultado de la inconformidad de numerosos jóvenes que perciben que el nuevo proyecto educativo prevé reducir su nivel de formación para obligarlos a optar por formaciones técnicas que garantizan la producción de una abundante fuerza de trabajo con bajos salarios a la medida de las necesidades de algunas empresas trasnacionales. El conflicto social que este designio engendra, se agravó con la presencia policial en las instalaciones universitarias que polariza el enfrentamiento y genera nuevas expresiones de beligerancia de quienes en el gobierno y en la Universidad Nacional se proponen, con la ayuda de la represión, imponer nuevas restricciones a la matrícula y al financiamiento de la universidad pública
La política educativa heredada por el régimen neoliberal de Carlos Salinas de Gortari, que impulsó cambios constitucionales y de la legislación de la educación, orientó al sistema educativo de México hacia dos metas fundamentales: a la reducción de la matrícula y del financiamiento gubernamental de las universidades públicas y a la promoción y el avance de los intereses bancarios en la educación superior.
En la educación media, el hecho más significativo es la disminución del gasto federal el que además se concentra preferentemente en las opciones técnicas en detrimento del bachillerato de tipo universitario y humanístico, el más demandado por los jóvenes en esas edades. La situación se torna dramática si se toma en cuenta lo ocurrido en la educación superior.
La peligrosa reducción del gasto educativo por habitante y por alumno, la disminución del incremento de la matrícula, la opción gubernamental casi exclusiva a favor de las instituciones tecnológicas y la reorientación de los recursos públicos a las instituciones de educación superior privadas en detrimento de la educación pública, son factores combinados que se multiplican y producen que se cuenten por millones los jóvenes del grupo de edad de 20 a 24 años, que son excluidos de la educación superior y los que difícilmente podrán encontrar un empleo bien remunerado.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal de 1999 se propuso reducir el gasto educativo en inversión en 37.5 por ciento en comparación con el año 1998, reducción a la que se opuso la Cámara de Diputados. Esta política de inversión educativa es compensada de modo creciente por un mayor gasto de los padres de familia.
La política educativa del gobierno de Ernesto Zedillo contribuyó poderosamente a la crisis de la Universidad Nacional (UNAM) y con ello al conjunto del sistema de universidades financiadas por el Estado. Entre los efectos más graves de este proceso que podemos llamar de liquidación de las universidades públicas, la Universidad de Guadalajara señala las muy graves consecuencias en cuanto a escolarización en el plano comparativo.
Los efectos adversos para el desarrollo del país como resultado de la política educativa de los últimos años se observa también al comparar la escolaridad de la educación media y superior entre los países del TLC, México, Estados Unidos y Canadá. Los efectos del desfinanciamiento de la educación se observan en el gasto por alumno en la educación superior.
Las desventajas comparativas cada día más acentuadas, también se observan en las grandes diferencias en el salario de los profesores
El Grupo Financiero Bancomer, en agosto de 1999, publicó un folleto titulado Educación para el Crecimiento Económico.
Es importante revelar los argumentos bancarios para apropiarse del presupuesto público para la educación y para subastar y entregar a manos privadas los establecimientos y las instalaciones destinadas a la educación pública.
Para que una economía sea exitosa en términos de crecimiento sostenido y equidad, se requieren tres condiciones fundamentales. La primera es que el arreglo institucional que enmarca la actividad de los agentes económicos provea los incentivos adecuados para una asignación eficiente de recursos, definiendo y protegiendo los derechos de propiedad. La segunda condición es que el marco macroeconómico sea estable. Y la tercera es que se de una continua acumulación de capital humano a través de un sistema educativo de alta calidad.
La idea encierra el propósito de los bancos de apropiarse de los recursos públicos destinados a la educación (218 mil millones de pesos para 199922), y orientarlos a las empresas educativas en manos de particulares. Tal vez era este el propósito a mediano plazo de los cambios constitucionales de 1992 y 1993.
El sistema de bonos propuesto, varias veces comentado con entusiasmo por el presidente Ernesto Zedillo, exige también la evaluación por parte de los bancos junto con empresas particulares del tipo del Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL), del desempeño de las escuelas y de los profesores.
La larga huelga estudiantil de la Universidad Nacional (marzo de 1999 - febrero del 2000), interrumpida por la intervención de la Policía Federal Preventiva en las instalaciones de los planteles universitarios, es resultado de la inconformidad de numerosos jóvenes que perciben que el nuevo proyecto educativo prevé reducir su nivel de formación para obligarlos a optar por formaciones técnicas que garantizan la producción de una abundante fuerza de trabajo con bajos salarios a la medida de las necesidades de algunas empresas trasnacionales. El conflicto social que este designio engendra, se agravó con la presencia policial en las instalaciones universitarias que polariza el enfrentamiento y genera nuevas expresiones de beligerancia de quienes en el gobierno y en la Universidad Nacional se proponen, con la ayuda de la represión, imponer nuevas restricciones a la matrícula y al financiamiento de la universidad pública
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