“Plan nacional de
Desarrollo y, El Programa Nacional de Educación, Cultura, Recreación y Deporte
1984 – 1988.”
Aguilar Pérez David
29 –
Sep. – 2011 Control 9
“Plan
Nacional de Desarrollo y, El Programa Nacional de Educación, Cultura, Recreación
y deporte 1984 - 1988”
Formular y poner en prácticas las políticas es uno de los
objetivos centrales de la actividad estatal. Para ello, cuenta con una esfera
institucional especializada en el ejercicio de la gobernabilidad: la
burocracia. Entre la formulación estratégica de la política y su ejecución práctica,
median una serie de instituciones y agentes estatales que componen la acumulación
de la política educativa que requiere del accionar de la estructura burocrática
en todos sus niveles.
Dentro del campo de acción de la política se destacan aquellas
enfocadas en atender los problemas causados por la desigualdad económica se ha
dicho mucho acerca de la ineficacia práctica de tal política, mientras se extiende
en torno a los avances derivados de los programas públicos.
La política no solo ha tendido a ser insuficiente y no ha
cumplido su objetivo formal, sino que han conducido a un proceso mucho más
silencioso: la expansión de la burocracia.
Las políticas educativas en México tomaron forma con la
llegada de la revolución y la constitución del Estado post-revolucionario.
La revolución
mexicana pugno por establecer el principio de que el Estado debe otorgar educación
básica a todos los ciudadanos e intervenir y controlar de manera directa todos los
aspectos de la educación.
Los gobiernos post-revolucionarios, los cuales actuaron bajo
la retorica de popularizar la enseñanza incluyendo a aquellos sectores que habían
sido olvidados por el Porfiriato (campesinos, obreros e indígenas).
Con la revolución mexicana se creo la institución rectora
de la burocracia educativa: la Secretaría de Educación Pública. Desde sus
primeros años, la SEP desarrollo las dinámicas institucionales que enmarcarían
el despliegue práctico y formal de las políticas públicas en materia educativa.
La normatividad educativa postulada por la orientación
socialista condujo a que la SEP aumentase su control sobre la unicidad de los
métodos y los contenidos de la educación. La orientación socialista fue
desplazada rápidamente, pero el control que el Estado y su burocracia educativa
habían logrado sobre los planes, programas y métodos de enseñanza quedaría ya
establecido.
Como parte del proyecto de la unidad nacional, se impulso
la extensión de los medios de aprendizaje a todos los sectores sociales. El
Estado se encargar· entonces de editar y distribuir libros de texto gratuitos
para todos los alumnos que cursen educación elemental. Con esta iniciativa, no
solo se buscaba hacer extensiva la educación, contrarrestando los efectos de la
distribución desigual dela riqueza y la falta de oportunidades
Educativas, sino también lograr la uniformidad cultural y
promover el nacionalismo. Para lograr este objetivo era necesario que los
libros de texto fuesen no solo gratuitos sino también obligatorios para los
establecimientos de educación pública y privada. El control sobre los medios y
contenidos de la enseñanza que la burocracia educativa había obtenido en la continuidad
socialista permitió llevar a cabo esta iniciativa.
Asimismo, la política educativa de la unidad nacional y
su afán en la edición y distribución de los libros de texto gratuitos
condujeron a que la burocracia aumentara su control sobre el aparato educativo,
expandiera sus ·ámbitos de acción y ensanchara su estructura laboral.
La política económica de modernización instaurada en México
desde la década de los ochenta, la cual implica la descentralización de todas
las ·reas de la vida nacional, no podía dejar de lado al ·ámbito educativo. De
este modo, la política educativa establecida en los tres ˙últimos gobiernos priistas
y continuada por el actual ´gobierno del cambio, ha estado enfocada en
descentralizar la educación para adaptarla a los cambios económicos globales.
El devenir de las políticas educativas en México nos
remite a cuestionamientos más amplios en torno a la naturaleza de las
relaciones entre las políticas públicas y la burocracia estatal. Sin embargo,
la burocracia, entendida como el ·ámbito estatal especializado en el ejercicio
de la gobernabilidad, mantiene una serie de relaciones con las políticas públicas
que van mucho más allá· de la inoperatividad.
De esta forma, la burocracia puede ser ineficiente para
cumplir su objetivo formal en torno a la implementación de la política, pero ha
sido eficiente en cuanto a lograr su propia expansión sirviéndose de la
política y de la retórica que las acompaña.
La formación de los maestros de educación básica en
México es un problema planteado desde hace mucho tiempo. La formación de los
maestros de primaria en nuestro país está marcada por un continuo debate acerca
del maestro que se debe formar. Con la
aparición de los dos últimos planes de estudio de la escuela normal, en 1984 y 1997,
se pusieron de relieve preguntas sustantivas en torno a la formación de los
maestros que parecían haber sido ya superadas.
El plan de 1984 representó un cambio importante, porque
con él, la carrera de maestro adquirió el estatus de licenciatura y las escuelas
normales se ubicaron en el rango de las instituciones de educación superior.
Esto pretendía ofrecer una formación en la que los
maestros contaran con una visión más amplia de la problemática de la
educación y ponía la formación de un
maestro capaz de investigar sobre su propia práctica educativa, para extraer de
ella los aspectos a mejorar en su trabajo cotidiano.
En 1984 se ponía fin
a un largo debate sobre el tipo de maestro que se debía formar en nuestro país.
La existencia de los maestros rurales que participaron en la escuela rural
mexicana constituyó un límite en la historia de la educación básica en México.
El debate entre esas dos posturas 2 se sostuvo muchos años,
mientras se sucedían continuos cambios en los planes de estudio de las escuelas
normales, hasta que finalmente se decidió unificarlos. Con esta decisión,
desapareció la formación específica de maestros para las escuelas rurales.
La imagen del maestro rural de la posrevolución no ha desaparecido
del todo. Todavía en la última reforma al plan de estudios, en 1997, se pueden
advertir expresiones que hacen referencia a este tipo de maestro.
La imagen del maestro como profesionista implica una formación
científica. Una preparación especializada para realizar su trabajo y para
contribuir al desarrollo de ese campo profesional. Significa estar preparado
para tomar decisiones calificadas ante situaciones problemáticas en la práctica
de la profesión. Implica también ser autónomos en el desarrollo de su campo de
trabajo y compartir con su gremio un código ético de la profesión. El debate en
torno a esta imagen se ha dado porque, quienes han analizado la formación que
se les imparte a los maestros, encuentran que ésta no cumple con las características
mencionadas, entre otras razones porque la profesión tiene la característica de
ser “una profesión de Estado”.
En el fondo de la cuestión sigue la pregunta ¿Qué
significa formar para la docencia? ; Pero quizá habría que plantearse otras preguntas:
¿Qué significa formar?, ¿La formación de los maestros es una acción o un
proceso?, ¿Cómo perciben los maestros su formación?
Bibliografía:
Camacho Sandoval, Salvador. “Hacia una evaluación de la
modernización educativa. Desarrollo y resultados del ANMEB”. Revista Mexicana
de Investigación Educativa, Vol. 6, núm. 13, 2001.
Greaves Laine, Cecilia. Política educativa y libros de
texto gratuitos. “Una polémica en torno al control por la educación”. Revista
Mexicana de Investigación Educativa, Vol. 6, núm. 12, 2001.
Meneses Morales, Ernesto. Tendencias educativas oficiales
en México, 1984 – 1988. Centro de
Estudios Educativos, Universidad Iberoamericana, México, DF, 1988.